Hola! Me paso por aquí a explicaros un hecho que me ha ocurrido hoy. Era al mediodía y he buscado algún sitio para poder ir a comer con mis dos peludos de unos 7 kg que estuviese cerca de Vic. Buscando he encontrado que el restaurante Mas Ricart situado en la carretera de Manlleu cerca de Vic admitía mascotas en su interior. Sin pensarlo hemos ido hacia allí a comer. Pero paradójicamente nos hemos tenido que ir sin comer. Cuando hemos entrado nos han puesto en un pequeño comedor con 4 mesas y nos han tenido esperando más de 10 minutos a que nos trajesen la carta. Acto seguido han entrado un grupo de cuatro personas que los han sentado a nuestro lado y uno de mis peludos se ha asustado y ha ladrado un momento, ha sido un hecho puntual ya que ninguno de los dos suele ladrar nunca, solo ha sido porque estaba tranquilo y se ha asustado del ruido. La sorpresa ha sido cuando la mujer que nos ha atendido ha venido corriendo hacía nosotros a recriminarnos que si el perro ladraba no podíamos estar allí dentro y que nos teníamos que ir, que solo admiten perros si estos están debajo de la mesa sentados y no se nota que están allí. Hasta este punto lo entiendo, lo que no entiendo es las formas de decirlo. El hecho de venir corriendo hacía nosotros y decirnos de mala manera que no podíamos estar allí así, con un tono de voz bastante elevado pudiendo así los otros comensales ver como nos estaba tratando. En conclusión, si vais con alguno de vuestros peludos os recomiendo que mejor no vayáis allí, vaya a ser que ladre por un momento puntual y os tengáis que ir sin comer de allí a las 3 del mediodía como nosotros.
Me encantaría que me explicarais que hicieron para liarla parda, cuando estábamos solos en ese comedor y nadie vino a atendernos hasta que se sentó la famosa mesa de al lado. Pasarón 15 minutos bien buenos. Nosotros hemos estado comiendo con nuestros perros en restaurantes de Italia, Andorra y España y no hemos tenido nunca ningún problema, al contrario, les han dado de comer y de beber por lo buenos que son. Tranquilos, que cuando los “futuros clientes” buscan reseñas de vuestro restaurante en otras plataformas ya quedáis bien retratados y se ve la “buena” educación de la jefa del establecimiento.
Los que tenemos perro y nos incluimos el personal del Restaurante, que por cierto clientes con sus mascotas vienen a diario, sabemos como debemos actuar y como no en un restaurante y en los sitios públicos. Sus perros no se asustaron un momento, sus perros no paraban quietos y la estaban liando parda, y lo peor es que ustedes no hacían nada, es aquí dónde no nos pareció bien y se les dijo que o intervenían o que tenían que cambiar de mesas a las mesas del bar / entrada a lo que ustedes contestaron que no se sentían cómodos y se iban. Creo que por estas instalaciones este año han pasado ya 1000 clientes con mascota y esto es la primera vez que ocurre porque las personas son más conscientes y por cierto cuando ustedes se fueron la famosa mesa de al lado nos dieron las gracias porque dijeron que si no los que se hubiesen ido eran ellos..
Hola! Me paso por aquí a explicaros un hecho que me ha ocurrido hoy. Era al mediodía y he buscado algún sitio para poder ir a comer con mis dos peludos de unos 7 kg que estuviese cerca de Vic. Buscando he encontrado que el restaurante Mas Ricart situado en la carretera de Manlleu cerca de Vic admitía mascotas en su interior. Sin pensarlo hemos ido hacia allí a comer. Pero paradójicamente nos hemos tenido que ir sin comer. Cuando hemos entrado nos han puesto en un pequeño comedor con 4 mesas y nos han tenido esperando más de 10 minutos a que nos trajesen la carta. Acto seguido han entrado un grupo de cuatro personas que los han sentado a nuestro lado y uno de mis peludos se ha asustado y ha ladrado un momento, ha sido un hecho puntual ya que ninguno de los dos suele ladrar nunca, solo ha sido porque estaba tranquilo y se ha asustado del ruido. La sorpresa ha sido cuando la mujer que nos ha atendido ha venido corriendo hacía nosotros a recriminarnos que si el perro ladraba no podíamos estar allí dentro y que nos teníamos que ir, que solo admiten perros si estos están debajo de la mesa sentados y no se nota que están allí. Hasta este punto lo entiendo, lo que no entiendo es las formas de decirlo. El hecho de venir corriendo hacía nosotros y decirnos de mala manera que no podíamos estar allí así, con un tono de voz bastante elevado pudiendo así los otros comensales ver como nos estaba tratando. En conclusión, si vais con alguno de vuestros peludos os recomiendo que mejor no vayáis allí, vaya a ser que ladre por un momento puntual y os tengáis que ir sin comer de allí a las 3 del mediodía como nosotros.