Nuestra experiencia con OpenVet de Calle del Doctor Juan José López Ibor, 30, 28035 Madrid. El día 23 de marzo de 2014 a las 23:00 horas aprox. llevamos a nuestro perro al veterinario de urgencias Openvet porque mostraba una ligera cojera al andar, lloraba y no quería salir de su cama, además estaba algo encorvado. Allí nos atendieron un grupo de chicas jóvenes, dos de las cuales se “interesaron” por él perro y después de verlo caminar le prescribieron una medicación. La mañana del 24 de marzo, a las 8:30 de la mañana volvimos al veterinario ya que el perro no podía levantarse. Le atendió otra persona y le realizó una *radiografía en la que según sus palabras no veía nada fuera de lo normal, así que decidió cambiarle el tratamiento y ver cómo respondía el perro en esas horas. Nos dijo que volviéramos al día siguiente por la mañana para ver si mejoraba y, si no, tomar otra vía. Al día siguiente, 25 de marzo, por la mañana, al ver que no había mejoría, nos indicó que debíamos hacerle un escáner de urgencia en la clínica externa Diagnosfera ** (ya que allí no realizan ese tipo de pruebas). Nos dijo que el problema podría deberse a una hernia discal (común en esa raza) y habría que actuar con la mayor brevedad posible ya que esos casos deben intervenirse en las primeras 48 horas. Esa misma mañana llevamos al perro a la clínica sugerida y le realizamos el escáner (280€). Nos entregaron un ***CD con el resultado y nos dijeron que ellos se encargarían de enviarlos al veterinario para que ellos también los tuvieran. De ahí volvimos de nuevo al veterinario. Esta vez nos atendió otra persona, al parecer el dueño del negocio, una vez más, una persona diferente a las anteriores. Este nos comentó que según lo que veían en el informe, la única solución viable era intervenir quirúrgicamente al animal, con la mayor brevedad posible, reiterando la importancia de actuar en las 48 primeras horas para que la intervención fuera satisfactoria. En ese momento me pasó una hoja que debía firmar, con los precios del tratamiento y cirugía. Yo firmé confiando en su profesionalidad y también porque en tales situaciones de urgencia, uno no se plantea mucho las consecuencias. Les pregunté cuándo operarían a mi perro y su respuesta fue la siguiente: "Esta tarde no están disponibles los cirujanos ya que están interviniendo a otros animales. Hablaré con ellos en cuanto me sea posible para realizar la operación mañana (día 26 de marzo)". Según sus propias palabras, ese tipo de problemas hay que intervenirlos en la mayor brevedad (48 primeras horas) y los primeros síntomas los empezó a mostrar el animal el domingo día 23 de marzo, por tanto esas 48 horas ya se habían cumplido la noche anterior. Cuando le pedí mayor celeridad a la hora de actuar, me contestó de nuevo que sus cirujanos no estaban disponibles esa tarde y que él haría lo posible para que se le interviniera al día siguiente a primera hora de la mañana. Curiosamente, al comentarle que el CD que nos había dado la clínica que nos recomendaron con el resultado del TAC no se podía ver, me comentó que ellos tampoco habían recibido las imágenes, tan solo pudieron leer el informe escrito, así que nos dijo que volvería a solicitarles dichas imágenes a la clínica ya que estas deben ser vistas por los cirujanos antes para saber dónde y cómo intervenir. Cuando hicimos la reclamación a la clínica donde le realizaron el TAC por el CD que nos dieron (en el que no se veían las imágenes) y por no haber enviado las imágenes a la clínica Openvet, nos pidieron disculpas por el CD pero nos dijeron que ellos sí habían enviado el email con las imágenes a la clínica Openvet. Es más, nos reenviaron el email enviado a la clínica donde figura la fecha y hora del envío. Aun así, en Openvet, insistían en que no habían recibido dichas imágenes. Al día siguiente, después de muchas llamadas, el veterinario nos dice que operarán al perro a las 14:30 de la tarde (y no a primera hora de la mañana como nos dijo el día anterior). Además, los cirujanos llegaron media hora tarde y la operación no comenzó hasta pasadas las 15:00 horas. Cuando preguntamos al dueño de la clínica si habían visto las imágenes del TAC los cirujanos antes de intervenir, nos dijo que no porque no las habían recibido, tan solo habían mirado el informe escrito. Según él, con leerlo era suficiente. A la llegada de los cirujanos, una vez más, preguntamos ahora a ellos, si habían visto las imágenes del escáner y nos dijeron que las habían solicitado pero que aún no llegaban. Esa misma tarde nos llaman a casa diciendo que la operación ha salido bien, que había tenido que quitar “más” pero que esperaban que la recuperación fuera satisfactoria. (El perro debía estar una semana ingresado en la clínica hasta recuperarse.) Cada día llamamos para interesarnos por nuestro perro, pero las respuestas son un tanto contradictorias y confusas: “El perro come pero aún no se mueve, todavía es pronto para determinar una mejoría...” El sábado 29 de marzo nos llaman diciendo que el perro no mejora y que van a esperar 24 horas suministrándole otra vez, pero en mayor cantidad el medicamente que se usó en un principio y con el cual el perro no mostro mejoría alguna, pasadas estas 24 horas habría que ver la evolución pero que nos vayamos planteando el sacrificarle. El 30 de marzo, domingo por la mañana, acudimos a la clínica para sacrificar a nuestro perro. Ni siquiera recibimos un solo pesar por la pérdida; lejos de eso, lo único que parecía interesarles es que firmásemos un papel con la deuda que dejábamos pendiente (documento que no firmé yo sino mi novio con un simple garabato). Nosotros queríamos lo que cualquier persona que ama a su mascota quiere para ella, salud y nada de sufrimiento, por ello, la llevamos a un lugar que, en el papel, parece estar mejor preparado para estas situaciones. Sin embargo, como habéis leído, parece que nos equivocamos. No hemos recibido ningún informe completo y con detalles de todos los procedimientos realizados a nuestra mascota Solo se nos hizo firmar un documento con el nombre de las atenciones e intervenciones y los precios de las mismas. La clínica nos reclama 1475,78€ que quedaron pendiente de pagar de un total de 2975,78€. Según datos del colegio de veterinarios los precios de esta clínica están en el rango más alto de lo que se suele cobrar por servicios. Las conclusiones respecto a la atención recibida que os contamos con detalle en esta carta las dejamos en vuestras manos y podéis opinar o contactar con nosotros en la dirección de correo: pe.a.pe.pe@gmail.com Gracias por leer esto. *Para hacerle la radiografía se solicita la ayuda del propietario, básicamente porque no había más personal disponible. Ofrecen con esta radiografía la imagen en un CD al cliente para consultas posteriores, en nuestro caso, el CD estaba en blanco. ** En parte de la publicidad de esta clínica, se habla de ella como Hospital Clínico Veterinario, esta es su página en facebook: https://www.facebook.com/HospitalVeterinarioOpenvet?fref=photo *** Clínica Diagnosfera está ubicada en Calle Fuerteventura, 15, 28703 San Sebastián de los Reyes, Madrid.
Me mataron a mi gatito, que era dócil, cariñoso y no sabía ni bufar, él les daba pata sin quejarse. Le iban hacer un análisis de sangre y según ellos era mejor sedarlo. Y no volvió de la sedación. Mi gato fué en el transportin tan contento y yo volví con el trasportín y sin mi gato Sólo piensan en el dinero, ni empatía hacia los animales ni para sus cuidadores. Hay cuarentena y me he quedado sólo
necesitaba un pienso de Advance (para gastroenteritis) para mi perro y como no lo encontraba en ninguna tienda antes de ir a ver en "Open Vet" llamé por telefono, me contestó una chica que confirmó de que si, había el pienso que buscaba. era un sabado por la tarde y resulta que una vez allí no había pienso!!!! La chica que nos atendió dijo que había entendido otra marca............. bueeeno!
Matasteis a mi perra. Fue una negligencia del veterinario de guardia. En Puerta de Hierro me dedico a contar mi historia a la gente que tiene animales y ahí, desde luego no van. Además me sentí maltratada. El "jefe" salió por otra puerta, Ni nos quiso dar explicaciones ni nada de nada. Eso sí la inyección para matarla me salió gratis. ¡Vaya consuelo!
Nuestra experiencia con OpenVet de Calle del Doctor Juan José López Ibor, 30, 28035 Madrid. El día 23 de marzo de 2014 a las 23:00 horas aprox. llevamos a nuestro perro al veterinario de urgencias Openvet porque mostraba una ligera cojera al andar, lloraba y no quería salir de su cama, además estaba algo encorvado. Allí nos atendieron un grupo de chicas jóvenes, dos de las cuales se “interesaron” por él perro y después de verlo caminar le prescribieron una medicación. La mañana del 24 de marzo, a las 8:30 de la mañana volvimos al veterinario ya que el perro no podía levantarse. Le atendió otra persona y le realizó una *radiografía en la que según sus palabras no veía nada fuera de lo normal, así que decidió cambiarle el tratamiento y ver cómo respondía el perro en esas horas. Nos dijo que volviéramos al día siguiente por la mañana para ver si mejoraba y, si no, tomar otra vía. Al día siguiente, 25 de marzo, por la mañana, al ver que no había mejoría, nos indicó que debíamos hacerle un escáner de urgencia en la clínica externa Diagnosfera ** (ya que allí no realizan ese tipo de pruebas). Nos dijo que el problema podría deberse a una hernia discal (común en esa raza) y habría que actuar con la mayor brevedad posible ya que esos casos deben intervenirse en las primeras 48 horas. Esa misma mañana llevamos al perro a la clínica sugerida y le realizamos el escáner (280€). Nos entregaron un ***CD con el resultado y nos dijeron que ellos se encargarían de enviarlos al veterinario para que ellos también los tuvieran. De ahí volvimos de nuevo al veterinario. Esta vez nos atendió otra persona, al parecer el dueño del negocio, una vez más, una persona diferente a las anteriores. Este nos comentó que según lo que veían en el informe, la única solución viable era intervenir quirúrgicamente al animal, con la mayor brevedad posible, reiterando la importancia de actuar en las 48 primeras horas para que la intervención fuera satisfactoria. En ese momento me pasó una hoja que debía firmar, con los precios del tratamiento y cirugía. Yo firmé confiando en su profesionalidad y también porque en tales situaciones de urgencia, uno no se plantea mucho las consecuencias. Les pregunté cuándo operarían a mi perro y su respuesta fue la siguiente: "Esta tarde no están disponibles los cirujanos ya que están interviniendo a otros animales. Hablaré con ellos en cuanto me sea posible para realizar la operación mañana (día 26 de marzo)". Según sus propias palabras, ese tipo de problemas hay que intervenirlos en la mayor brevedad (48 primeras horas) y los primeros síntomas los empezó a mostrar el animal el domingo día 23 de marzo, por tanto esas 48 horas ya se habían cumplido la noche anterior. Cuando le pedí mayor celeridad a la hora de actuar, me contestó de nuevo que sus cirujanos no estaban disponibles esa tarde y que él haría lo posible para que se le interviniera al día siguiente a primera hora de la mañana. Curiosamente, al comentarle que el CD que nos había dado la clínica que nos recomendaron con el resultado del TAC no se podía ver, me comentó que ellos tampoco habían recibido las imágenes, tan solo pudieron leer el informe escrito, así que nos dijo que volvería a solicitarles dichas imágenes a la clínica ya que estas deben ser vistas por los cirujanos antes para saber dónde y cómo intervenir. Cuando hicimos la reclamación a la clínica donde le realizaron el TAC por el CD que nos dieron (en el que no se veían las imágenes) y por no haber enviado las imágenes a la clínica Openvet, nos pidieron disculpas por el CD pero nos dijeron que ellos sí habían enviado el email con las imágenes a la clínica Openvet. Es más, nos reenviaron el email enviado a la clínica donde figura la fecha y hora del envío. Aun así, en Openvet, insistían en que no habían recibido dichas imágenes. Al día siguiente, después de muchas llamadas, el veterinario nos dice que operarán al perro a las 14:30 de la tarde (y no a primera hora de la mañana como nos dijo el día anterior). Además, los cirujanos llegaron media hora tarde y la operación no comenzó hasta pasadas las 15:00 horas. Cuando preguntamos al dueño de la clínica si habían visto las imágenes del TAC los cirujanos antes de intervenir, nos dijo que no porque no las habían recibido, tan solo habían mirado el informe escrito. Según él, con leerlo era suficiente. A la llegada de los cirujanos, una vez más, preguntamos ahora a ellos, si habían visto las imágenes del escáner y nos dijeron que las habían solicitado pero que aún no llegaban. Esa misma tarde nos llaman a casa diciendo que la operación ha salido bien, que había tenido que quitar “más” pero que esperaban que la recuperación fuera satisfactoria. (El perro debía estar una semana ingresado en la clínica hasta recuperarse.) Cada día llamamos para interesarnos por nuestro perro, pero las respuestas son un tanto contradictorias y confusas: “El perro come pero aún no se mueve, todavía es pronto para determinar una mejoría...” El sábado 29 de marzo nos llaman diciendo que el perro no mejora y que van a esperar 24 horas suministrándole otra vez, pero en mayor cantidad el medicamente que se usó en un principio y con el cual el perro no mostro mejoría alguna, pasadas estas 24 horas habría que ver la evolución pero que nos vayamos planteando el sacrificarle. El 30 de marzo, domingo por la mañana, acudimos a la clínica para sacrificar a nuestro perro. Ni siquiera recibimos un solo pesar por la pérdida; lejos de eso, lo único que parecía interesarles es que firmásemos un papel con la deuda que dejábamos pendiente (documento que no firmé yo sino mi novio con un simple garabato). Nosotros queríamos lo que cualquier persona que ama a su mascota quiere para ella, salud y nada de sufrimiento, por ello, la llevamos a un lugar que, en el papel, parece estar mejor preparado para estas situaciones. Sin embargo, como habéis leído, parece que nos equivocamos. No hemos recibido ningún informe completo y con detalles de todos los procedimientos realizados a nuestra mascota Solo se nos hizo firmar un documento con el nombre de las atenciones e intervenciones y los precios de las mismas. La clínica nos reclama 1475,78€ que quedaron pendiente de pagar de un total de 2975,78€. Según datos del colegio de veterinarios los precios de esta clínica están en el rango más alto de lo que se suele cobrar por servicios. Las conclusiones respecto a la atención recibida que os contamos con detalle en esta carta las dejamos en vuestras manos y podéis opinar o contactar con nosotros en la dirección de correo: pe.a.pe.pe@gmail.com Gracias por leer esto. *Para hacerle la radiografía se solicita la ayuda del propietario, básicamente porque no había más personal disponible. Ofrecen con esta radiografía la imagen en un CD al cliente para consultas posteriores, en nuestro caso, el CD estaba en blanco. ** En parte de la publicidad de esta clínica, se habla de ella como Hospital Clínico Veterinario, esta es su página en facebook: https://www.facebook.com/HospitalVeterinarioOpenvet?fref=photo *** Clínica Diagnosfera está ubicada en Calle Fuerteventura, 15, 28703 San Sebastián de los Reyes, Madrid.