Cerrado - Martina Cocina

Hola. Hemos ido esta tarde una amiga, la perrita que tengo en acogida y yo. No había mesa libre aunque se veía que algunas habían terminado hacia rato y estaban de sobremesa (eran las 16h15) y nos han pedido que esperásemos FUERA a que se desocupase una. Aunque sea un local muy pequeño y estrecho me he quedado de piedra, estaba lloviendo a cántaros y no había ni un toldo o techo bajo en el que resguardarse. Hemos ido a pasear un poco para hacer tiempo y al volver nos han puesto en una muy pequeña en la zona de entrada al baño. La perrita estaba asustada porque sentía que con tanto ir y venir tanto de la gente que pasaba al aseo como de los grupos que esperaban a los que estaban en el mismo la iban a pisar. Al final la ha cogido en brazos y aunque es muy educada y no ha intentado comer de lo que había en la mesa, ni siquiera olerlo las miradas asesinas que llevaba un rato la camarera lanzando se han incrementado hasta que ha venido a decir que NECESITABA LA MESA y nos hemos ido. Mientras nos levantábamos y nos poníamos cortadas los abrigos nos miraban de una forma muy hóstil dos señoras que son las que imagino que se iban a sentar, pero es que había dos mesas iguales (para dos personas) al lado LIBRES. Y encima nos han cobrado casi diez euros, por dos cafés y una empanadilla (no trozo de empanada) dura, seca e insípida. NUNCA más.,

Me trataron como un cliente más, ofreciéndome un cuenco de agua fresco. :-)

Fui a desayunar con la familia, aunque desconocia el poder llevar a mi loquilla hasta ver la pegatina del Sr.Perro. Que ilusion poder tener un cafe cerquita de casa y tomar algo en compañia de ella. =^v^=. El ambiente super relajado para desayunar tranquilamente en una mañanita de sol y con gente encantadora que te atiende, y sin olvidar la comida que esta super rica. Volvere para tomar aunque sea la merienda con Noopy y acto seguido iré a comer con mi nena para que disfrute tambien de las horas de comer en la calle con nosotros.