Mi marido y yo adoptamos a Chester en una protectora de Barcelona y, a los pocos días de tenerlo, nos dimos cuenta de que tenía un problema con los perros grandes, no sabemos por qué, pero los atacaba, no podía ni verlos. Chester es un perro pequeño (6kg) y no podíamos arriesgarnos a que algún perro grande le mordiera, así que nos pusimos en manos de los educadores de Boncan, sin duda, la mejor decisión que podíamos haber tomado. Primero nos ayudaron a crear un vínculo con Chester y después consiguieron quitarle la manía de atacar a los perros grandes, enseñándonos qué hacer en cada momento, siempre reforzando lo positivo. Estuvieron muy pendientes de él, siempre mirando por su bien. Ahora es otro perro, y podemos ir al pipi-can o a la montaña, tranquilos. Juega con perros grandes y pequeños, y lo vemos mucho más feliz. Sólo podemos decir ¡GRACIAS! y recomendar a todo aquel que necesite ayuda con su perro, que no duden en ponerse en contacto con ellos, ¡no se arrepentirán!
Perdón puse Xavi en vez de David.
Un desastre. Paguemos los 800 euros que valía el servicio (en tres meses) con la condición de clases ilimitadas en el domicilio y salidas grupales (estas últimas se descartaron por motivos laborales y familiares). Al principio muy bien, una sesión de obediencia y miedo para una Labradora cada semana. Al poco de terminar el pago de los 800 euros ya pasaron a ser las clases cada 15 días, para un poco más tarde a decir que se tenían que hacer grupales, cosa que en su momento dijimos que no. No tenemos copia del contrato, ni recibos, ni factura (aunque se reclamaron nunca llegaron a darla).. Lola, que así se llama nuestra perra, de educación poca, aunque seguimos sus indicaciones al pie de la letra, y el tema de los miedos pues facil, según ellos una chuche cada vez que se acerca alguien (muy profesional). El tema lo tiene un abogado ya no por el hecho de los 800 euros, si no porque no permitimos que se rían de nosotros, no se dignan ni a contestar a los wassap. Aparte ya se denunció el tema de la factura a la Agencia Tributaria y en septiembre a consumo. Si contratáis los servicios de esta gente que os den el contrato antes de empezar y la correspodiente factura y que no os diga el tal Xavi que de recibo sirve un wassap, porque no es así. No se si será su modo operandis, pero nunca vi cosa igual. Un saludo.
Mi marido y yo adoptamos a Chester en una protectora de Barcelona y, a los pocos días de tenerlo, nos dimos cuenta de que tenía un problema con los perros grandes, no sabemos por qué, pero los atacaba, no podía ni verlos. Chester es un perro pequeño (6kg) y no podíamos arriesgarnos a que algún perro grande le mordiera, así que nos pusimos en manos de los educadores de Boncan, sin duda, la mejor decisión que podíamos haber tomado. Primero nos ayudaron a crear un vínculo con Chester y después consiguieron quitarle la manía de atacar a los perros grandes, enseñándonos qué hacer en cada momento, siempre reforzando lo positivo. Estuvieron muy pendientes de él, siempre mirando por su bien. Ahora es otro perro, y podemos ir al pipi-can o a la montaña, tranquilos. Juega con perros grandes y pequeños, y lo vemos mucho más feliz. Sólo podemos decir ¡GRACIAS! y recomendar a todo aquel que necesite ayuda con su perro, que no duden en ponerse en contacto con ellos, ¡no se arrepentirán!
Mi experiencia con Boncan ha sido muy positiva. Son grandes profesionales que saben entender a tu mascota y a ti. Mi perro era un cachorrete con mucha energia que nos destrozaba la casa y no nos obedecía. Nos pasabamos el día riñéndolo y ni el perro ni yo eramos felices. David y Gemma vinieron a casa y vieron lo que no hacía bien con mi perro, lo adiestraron y me enseñaron a gestionar la ansiedad y energia de Pipo mi perro. Estoy encantada, hoy Pipo es un perro feliz
Nuestro fox no nos dejaba tranquilos a la hora de sentarnos a la mesa a comer, si venian visitas a casa no paraba de ladrar, incluso se mostraba agresivo con nosotros llegando a mordernos en alguna ocasión... todos estos problemas se solucionaron cuando contactamos con David y Gemma, geniales como educadores caninos y excelentes como personas En unas semanas, el comportamiento de Milú cambió, creando un vinculo con él que antes no teniamos.