Soyy me gusta tomar el sol y jugar con piedras. prefiere piedras pequeñas antes que palos. cuando se sienta siempre lo hará encima de tu pie. pero nunca se sienta en la calle. le gusta jugar con gómez y picio. habla humano perfectamente y a veces come con tenedor. no entiende las escaleras ni las alcantarillas y por tanto las repele. le gusta que le quitemos el collar en casa, es un perro nudista. guarda un odio ancestral a los gatos y a las palomas. siempre confía en que lleves algo de comer para el y si es así te querrá para siempre. nunca se olvida de nadie. le encantan los viajes en coche, sobre todo en el coche de gonzalo porque sabe que es el coche que le lleva a sitios con agua y piedras. es capaz de chuparte la mano hasta desgastarte la piel si no se la quitas. cuando vamos por la calle suele asomar la cabeza en todas las puertas que estén abiertas a su paso y si llueve se mete en los bares. pero lo que más más más le gusta es correr muy rápido y cuando está cansado rebozarse en la hierba y tomar el sol boca arriba. mambrú tiene mucha historia detrás. se llama mambrú porque siempre me ha parecido que alguien a mi al rededor tenía la obligación de llamarse así y nunca había tenido la oportunidad de escoger nombre para nadie así que le tocó a él. la canción infantil mambrú se fue a la guerra en realidad es de origen francés "marlbrough s'en va-t-en guerre" y se compuso en 1709, decidimos que esa iba a ser su fecha de nacimiento: el 17 de septiembre. es un perro-murciélago, naranja con rayas negras, con los ojos muy grandes y muy negros, con las orejas muy puntiagudas (la derecha mas que la izquierda). su padre fue perro-minero irlandés en el 84 y su madre una noble murciélaga aristócrata austriaca del siglo xvii. nunca coincidieron ni en espacio ni en tiempo. fue una vez muertos cuando se encontraron, y se amaron con tanta fuerza que, abajo en la tierra, empezó a crecer poco a poco una masa de pelo. en el instante en el que crecía el último bigote aquella masa se convirtió en perro. y ese perro ahora es mambrú. y por eso a veces se enfrenta a los gatos y otras come con tenedor.
Soyy me gusta jugar con sus peluches pero ojo que no tengan pito y destriparlos en muchas ocasiones, adora comer (es una pidona) y le encanta un pedacito de pan después de comer o un piquito. dora es pura tranquilidad y le encanta estar tumbada en plan relax y es un poco vaga. también siente pasión porque la monten en el coche.
