Pringá, papas aliñás con melva, pisto con huevo, mojama... En esta taberna castiza, de ambiente cofrade -lo que se traduce en que ¡huele a incienso!- puedes tomarte unas cañas y unas tapas estupendas junto a tu can, en el exterior. Hay un poyete para dejar las copas y acodarse ahí a charlar, viendo a la gente pasar. Si el interior, que es pequeño, no está muy lleno y tu can es tranquilo, podrías pasar dentro con el can.
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