No hay rótulo en la puerta. Casi como si fuera una peluquería secreta, una de esas direcciones fabulosas que sólo unos pocos conocen... No es que se escondan, en la peluquería de Bruno el espacio es diáfano y limpio, un gran espejo, un gran cuadro que recuerda a los retratos de Klimt. Y los SrsPerros pueden venir a ver cómo dejan guapos y guapas a sus dueños.
¿Eres el dueño del local? ¿Algún dato erróneo? Escríbenos