No es una playa oficialmente perruna pero este espectacular paraje natural es un espacio muy amplio y poco concurrido que en la práctica es amable con los canes desde siempre. Para acceder a la playa puedes coger el Ferry de FlechaMar que suele operar desde la mañana a última hora de la tarde. Y después, nada como alejarse un poco de la zona de la pasarela por donde se desembarca y... disfrutar con responsabilidad de una playa casi virgen: hay dunas y arena hasta donde alcanza la vista. Del otro lado, el Río Piedras y una playa fluvial, donde Tía también se bañó, claro :-)
Tipo de playa: No oficialmente perruna
¿Cuándo? Temporada alta
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