En vez de olvidar su pasado, aquí lo han aprovechado y decorado con total originalidad: se nota que La Olímpica otrora fue un gimnasio y se nota que lo fue en los años 70. Ahora es un amplio y divertido bar, un local donde estar de lo más a gusto también en compañía canina. Buen café, copas y algunas cosas para picar (la tortilla de patatas es muy rica), una gran pantalla para ver el fútbol o películas. Es un sitio perfecto para desayunar con calma, para tomar unas cañitas y, cómo no, para tomar un café excelente a cualquier hora puesto que en La Olímpica apuestan por tostar su propio café. Los SrsPerros son siempre bienvenidos en La Olímpica, tanto en su cómoda terraza cubierta como en el llamativo y colorido interior.
