Un reciente estudio de U-Vet Werribee Animal Hospital de la Universidad de Melbourne (liderado porla veterinaria española Lorena Martínez Antón) ha encontrado un vínculoentre el consumo de pollo crudo -de huesos de cuello- con un tipo de parálisis debilitante y potencialmente mortal en los perros. Según los datos que han compartido los investigadores, el riesgo de desarrollar poliradiculoneuritis aguda (APN) puede aumentar hasta en un 70% al consumir este tipo de alimento debido a la presencia de la bacteria Campylobacter.
La poliradiculoneuritis aguda (APN) es un trastorno del sistema nervioso en los perros que comparte muchas similitudes con el síndrome de Guillain-Barré (GBS) en humanos.
La bacteria Campylobacter se considera un agente desencadenante en hasta el 40 por ciento de los pacientes con GBS: puede estar presente en pollo poco cocido, productos lácteos no pasteurizados y agua contaminada.
Y el estudio llevado a cabo por U-Vet Werribee Animal Hospital de la Universidad de Melbourne buscaba analizar si en el caso de los perros esta bacteria también podría ser la causante de la APN, "una condición rara pero muy debilitante en la que las patas traseras del perro se vuelven débiles. Luego puede progresar y afectar las patas delanteras, el cuello, la cabeza y la cara. Algunos perros pueden morir a causa de la enfermedad si su pecho se paraliza ", según explica el investigador jefe del proyecto, el Dr Matthias le Chevoir.
La parálisis resulta del sistema inmune del perro que se desregula y ataca sus propias raíces nerviosas, empeorando progresivamente durante varios días.
"La mayoría de los perros finalmente se recuperan sin tratamiento, pero puede llevar hasta seis meses o más en algunos casos", aclara le Chevoir.
La conclusión y los datos que ofrecen los investigadores parecen claros:
Las muestras fecales recolectadas dentro de los siete días de la presentación de signos clínicos mostraron que los perros con APN tenían 9.4 veces más probabilidades de tener una infección por Campylobacter que el grupo control sin la enfermedad. Y se detectó una asociación significativa entre los perros afectados por APN y el consumo de pollo crudo (96% de los casos de APN, 26% de los perros de control).El más común Campylobacter spp. identificado fue Campylobacter upsaliensis.
"El microbio Campylobacter es probable que sea la razón de la desregulación de la inmunidad de los perros y los síntomas de parálisis", dice la autora principal, la Dra. Lorena Martínez-Antòn.
También han comprobado que los canes de menor tamaño son aún más propensos a verse afectados por APN. "Según nuestra experiencia clínica, esto puede ser porque a los perros más pequeños se les suelen dar huesos más pequeños, como los cuellos de pollo", aclaran.
Hay que tener en cuenta que en el estudio han contado con una muestra de perros relativamente pequeña (han participado 27 perros que tenían APN y 47 perros sanos) y que APN es más común en Australia -donde se ha desarrollado el estudio entre 2015 y 2017- que en Europa o EEUU.
Aún así los resultados no deben ser ignorados, como reconocen desde The Raw Feeding Community. Los expertos en dietas crudas de esta comunidad ofrecen un análisis pormenorizado del mismo estudio y de toda la información actualmente disponible sobre este tema.
Recalcan que la bacteria Campylobacter está presente en las heces de hasta el 76% de los perros sanos y asintomáticos como bacterias no patógenas. Pero canes que estén inmunocomprometidos o que hayan estado expuestos a una carga particularmente pesada de bacterias pueden estar en riesgo de infección bacteriana.
No hay ningún estudio que haya analizadola posible prevalencia de la bacteria Campylobacter en alimentos secos para perros, dicen también. Campylobacter es notablemente resistente al procesamiento de alimentos en comparación con muchas otras especies de bacterias patógenas, por lo tanto, "puede haber un riesgo potencial en alimentos secos o golosinas, pero esto aún no se ha investigado."
PD: La imagen que ilustra el texto es de Ellie Attebery