La acepromacina es uno de los fármacos más empleados por los veterinarios como prescripción, sin terapia de modificación de conducta aparejada, para tratar problemas de miedo a los ruidos en perros.
Pero, como alertan con todo detalle desde GEMCA, el Grupo de Especialidad en Medicina del Comportamiento Animal de AVEPA, es un error: no solo no ayudará a tu perro sino que conllevará el empeoramiento de su bienestar durante los eventos traumáticos.
La farmacoterapia en fobias se suele utilizar para aliviar los síntomas durante un suceso amenazante a corto plazo o como coadyuvante en un programa de modificación de conducta a largo plazo.
En el caso de la acepromacina, aclaran desde GEMCA, su mecanismo de acción trata de bloquear los receptores dopaminérgicos en los ganglios basales y sistema límbico y produce depresión del sistema nervioso central, que conlleva sedación e incoordinación.
Pero tiene un defecto principal que la hace no deseable para su uso en las fobias, y es que disminuye las respuestas motoras pero apenas afecta a la percepción sensorial.
Es decir, como aclara Rosana Álvarez, si tu perro está aterrado por los petardos (mostrando temblores, jadeo, ansiedad, hipersalivación, intentando escapar o esconderse, entre otros muchos síntomas) y le das acepromacina, entonces lo tendrá más complicado para escapar o moverse, sí, pero ¡seguirá percibiendo el estímulo amenazante igual que antes!
¿Te imaginas? Sigue teniendo miedo pero no puede moverse...
"Esto se traduce en un incremento del estado de ansiedad, una merma del bienestar del animal y, en ocasiones, un agravamiento de la fobia", recalcan desde GEMCA.
Por todo ello, estos profesionales de la medicina del comportamiento animal -es decir, veterinarios y etólogos- desaconsejan totalmente su uso como tratamiento único, así como el de métodos basados en el castigo y en la inundación.
Su recomendación es utilizar fármacos más seguros junto con tratamientos de modificación de conducta guiados científicamente teniendo en cuenta los principios del aprendizaje animal, y prevención.
Consulta con un etólogo o con tu veterinario si tu perro lo pasa mal o directamente tiene fobia a los petardos y ruidos fuertes, para que te puedan ofrecer un tratamiento individualizado que os pueda ayudar, pero no le des nunca acepromacina si no quieres que lo pase así de mal.
Te puede interesar