Cuando has pasado por la experiencia de ver cómo un veterinario trata a tu perro como si fuera un cacho de carne y esa imagen se te queda grabada en el cerebro para siempre o sencillamente cuando ves que tu can se estresa o lo pasa mal cada vez que cruza la puerta de una clínica, seguro que te haces una pregunta ¿realmente es tan complicado que exista un veterinario o una clínica de urgencias donde el personal sea amable y eficaz y donde traten bien a sus clientes a todos los niveles?
Parece que la respuesta, en algún futuro no tan lejano, podría ser positiva. Una iniciativa lanzada en EEUU y que ya está siendo aplicada en otros países como El Reino Unido, Noruega, Alemania o Argentina así lo vaticina: los profesionales Fear Free (Sin Miedo), buscan que las visitas al veterinario sean una experiencia mucho más positiva, tanto para los animales como para los humanos.
Los veterinarios que optan por obtener el certificado Fear Free asumen ese compromiso tras un curso online en el que aprenden diversas técnicas que se traducen en cambios concretos en su relación con los pacientes y también en el propio entorno de la clínica. El objetivo es tener en cuenta el bienestar físico y también el bienestar emocionalde los canes; ambos van de la mano.
A veces son cambios muy sencillos: se recomienda, por ejemplo, pintar las paredes de la clínica en tonos pastel y evitar las batas blancas, optando por colores menos estridentes porque el blanco puede dar miedo a los animales.
También se recomienda evitar colocar a los animales en mesas de metal elevadas (¡esas superficies frías y desagradables!) y por eso los perros son atendidos más cerca del suelo y hay quien utiliza esterillas de yoga.
Con ayuda de un panel de expertos, desde Fear Free organizan constantemente cursos y seminarios para seguir formando a los veterinarios.
Y, en paralelo, también comparten mucha información realmente útil para las protectoras, sobre cómo conseguir reducir el estrés canino en ese entorno, entre otros temas clave.
Hay que entender que el paso a ser Fear Free implica cambios a todos los niveles: desde cómo y dónde esperan los pacientes -para evitar que se vayan poniendo nerviosos unos a otros, a cómo manejar a los animales cuando hay que ponerles vacunas o examinarlos para que la experiencia siempre resulte lo más positiva posible.
También aconsejan a los dueños de canes sobre cómo afrontar las visitas al veterinario invitándoles, por ejemplo, a pasar por la clínica de visita, para que los perros sencillamente reciban chuches y mimos.
El impulsor de este movimiento es el Dr. Marty Becker y en la web de Fear Free comparte ejemplos concretos de cómo tratan a ciertos pacientes caninos, como Benjamin a quien optó por tratar fuera de la clínica porque el perro tiene pavor a los veterinarios.
Que sepamos, en España aún no hay ningún veterinario que haya obtenido el sello Fear Free pero si el movimiento sigue creciendo seguro que habrá quien de el paso: tiene sentido incluso desde el punto de vista empresarial. Muchos preferirán llevar a su can a una clínica donde los profesionales garantizan un tratamiento más ético y amable.
Y para terminar, algunos consejos prácticos para enseñar a un can a estar tranquilo y tumbado.
Más información en la web Fear Free Pets . PD: SI algún veterinario español obtiene su certificado, avisadnos para que os podamos recomendar.
La foto que encabeza el texto es de Austin Community College