Los comportamientos repetitivos anormales en los perros se pueden dividir en estereotipias y conductas compulsivas, dependiendo de si las repeticiones son sin objetivo o función aparente o por un objetivo inadecuado, explican los autores de un nuevo estudio que analiza estos patrones de comportamientos que se observan en el 16% de los perros domésticos.
Hay diversos tipos, entre otros: locomotores (dar vueltas, perseguirse la cola, caminar de un lado a otro, perseguir reflejos de luz...), orales (lamerse sin parar, morder o lamer objetos, morderse a sí mismos....), vocales (ladridos o gemidos repetitivos) conductas alucinatorias (mirar fijamente las sombras o perseguir reflejos de luz), etc.
El origen de estos comportamientos repetitivos anormales es complejo, está influenciado por factores ambientales y genéticos, y puede afectar considerablemente al vínculo entre un perro y su familia: por eso mismo son relevantes e interesante los nuevos datos que ofrece este estudio de la Universidad de Helsinki.
A través de los datos de comportamiento de cerca de 4500 perros finlandeses y estudiando el efecto de diversos factores demográficos, ambientales y de comportamiento, los investigadores han vuelto a comprobar que existe una relación entre el comportamiento repetitivo y la agresividad, hiperactividad/impulsividad y falta de atención.
Pero por primera vez han detectado que la experiencia del dueño del perro está relacionada con el comportamiento repetitivo: siendo más frecuente en los "primerizos", aquellas personas que convivían con su primer can.
En paralelo, estos comportamientos también resultaron sermás comunes perros que hacen menos ejercicio (los perros que hacían menos de una hora de ejercicio al día tenían una mayor probabilidad de comportamiento repetitivo que los perros que hacían 1 o 2 horas de ejercicio) así como en los que viven en familias más grandes: la hipótesis es que se trata de factores que aumentan potencialmente el estrés en los canes.
Los investigadores no han detectado diferencias significativas entre sexos pero sí observaron una mayor probabilidad de comportamiento repetitivo en perros castrados.
En este estudio hubo ciertas razas que mostraron más probabilidad de desarrollar comportamientos repetitivos: Pastor Alemán, Crestado Chino, Corgi, Spitz mediano y Staffordshire Bull Terrier. Esto podría significar que ciertas razas son más vulnerables a desarrollar problemas relacionados con el comportamiento repetitivo e indican susceptibilidad genética.
También detectaron que los comportamientos repetitivos ocurren más frecuentemente en perros jóvenes o ya muy mayores. Hay que tener en cuenta, explican los autores del estudio, que la disfunción cognitiva canina, que presenta síntomas parecidos a la demencia o la enfermedad de Alzheimer en humanos, puede causar comportamientos repetitivos (como lamerse, falta de atención o mirar fijamente).
Podéis consultar todos los datos del estudio aquí.
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