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Detectar cuanto antes un golpe de calor en perros es crucial: puede ser mortal y suceder incluso a menos de 20°C

Detectar cuanto antes un golpe de calor en perros es crucial: puede ser mortal y suceder incluso a menos de 20°C

Última actualización del articulo el día 29/06/2023

El golpe de calor puede ser muy grave y hasta mortal para los perros: debido al calentamiento global, alertan los veterinarios británicos, este es un problema cada vez más frecuente.

Diversos estudios de VEtCompass aportan datos cruciales al respecto: las enfermedades relacionadas con el calor (HRI, por sus siglas en inglés) afectan mucho más a algunas razas que a otras (Chow Chow, Bulldogs, etc.) y también a los perros mayores o con sobrepeso.

La gran mayoría de episodios sucede por un exceso de ejercicio, incluso andar o jugar si es en las horas de más calor. Y la temperatura media en la que se producen problemas graves es llamativa: 16.9 °C.

La prevención, evidentemente, es la primera clave para evitar que nuestro perro pueda sufrir un golpe de calor (pasear solo en las horas de menos calor, evitar los excesos de ejercicio, que siempre tengan agua fresca y sombra, no dejar al perro dentro de un coche nunca...) 

Pero lo que también recalcan los veterinarios británicos es que es crucial detectar los síntomas de un golpe de calor a tiempo, es lo que puede salvar la vida de un perro y tras analizar cientos de casos, los investigadores de la Universidad de Nottingham Trent y del Royal Veterinary College destacan que los dos signos más comunes son los cambios en la respiración (jadeos, etc.) y el letargo.

En un primer estudio identificaron 856 incidentes relacionados con el calor que requirieron atención veterinaria durante un período de dos años. Un 14% se clasificaron como graves: en estos casos los perros mostraron convulsiones, vómitos o pérdida del conocimiento. De estos casos graves una gran mayoría murió (57%)Una vez que los perros perdían el conocimiento en esa etapa severa, tenían 37 veces más probabilidades de morir.

Por el contrario, la gran mayoría (98 %) de perros que acudieron al veterinario tras detectarse los primeros síntomas -dificultad para respirar, cansancio, letargo- sobrevivieron.

Es decir, si ante la sospecha de que nuestro perro puede estar sufriendo un golpe de calor actuamos lo antes posible -aquí encontráis consejos prácticos para saber qué hacer- esto podría salvar su vida.

En otro estudio de los mismos investigadores, también a través de VetCompass, se han centrado en identificar los factores intrínsecos y también extrínsecos (ubicación, desencadentante y temperatura ambienta,) que desembocan en incidentes graves o incluso fatales.

Sus conclusiones son claras: la mayoría de los eventos de HRI en general fueron provocados por el esfuerzo pero el riesgo de enfermedad grave fue mayor en situaciones en las que los perros no podían escapar de la fuente de calor (dentro de un coche), y el riesgo de muerte fue mayor para aquellos perros con capacidad reducida para termorregular (perros mayores y braquicéfalos).

Tanto la edad como el peso corporal son factores claros de riesgo. Y en el caso de perros braquicéfalos (carlinos, bulldogs franceses, etc.) pueden desarrollar un paro respiratorio y paro cardíaco (muerte) antes incluso de que el golpe de calor llegue a ser muy grave.

Sorprendentemente, la temperatura ambiente media en los días en los que sucedieron golpes de calor fue de 16,9 °C.

Los golpes de calor dentro de un coche, insisten los investigadores, son particularmente peligrosos: los perros que desarrollaron HRI después del confinamiento en un vehículo caliente tenían tres veces más probabilidades de desarrollar HRI grave en comparación con los perros que desarrollaron HRI después del ejercicio.

Su conclusión es que es realmente importante concienciar y educar a las personas que conviven con un perro para que sepan que el golpe de calor puede suceder incluso con temperaturas ambientales relativamente bajas y para que sepan identificar los síntomas y actuar en consecuencia.

Como nos explicó el veterinario de Elanco Julio Cerrada: lo más importante es tratar de bajar su temperatura, de manera paulatina. Y después, al veterinario. Puedes poner toallas mojadas sobre su cuerpo, con agua no excesivamente fría, poco a poco... Nada de ponerle hielo, sería demasiado drástico. No es útil abanicar, algo puede reducir, pero realmente no ayuda.

Y entonces, al veterinario de inmediato.

 

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