Oliver, el Boyero de Berna de la antropóloga y escritora Laurel Braitman, parecía un perro feliz y equilibrado cuando lo adoptaron. Tenía cuatro años. Entonces pasados unos meses, empezó a revelar sus problemas: entre otros, un caso de ansiedad por separación tan severo que el can llegó a saltar por la ventana de un tercer piso... Esto cambió la vida de Braitman que, desde entonces, no sólo trato de ayudar lo mejor posible a su propio can sino que se ha dedicado a estudiar los problemas mentales en animales no humanos.
Merece la pena dedicar un rato a escuchar su charla para TED, que podéis ver aquí con subtítulos en castellano.
Incluye una reflexión tan divertida como acertada sobre porqué algunas personas se desviven por ayudar a perros que no resultan tan fáciles como ellos creyeron inicialmente:
Muchas veces solo tras 6 meses descubres que el ser al que más quieres tiene ciertos problemas. Pasa con los perros y sí, también con los humanos.
Y como bien dice Braitman:"La mayoría de nosotros no devolvemos a la persona con la que estamos saliendo a la barra del bar donde la conocimos o al amigo que nos la presentó; no la devolvemos a Match.com. Seguimos queriendo a esa persona y apostamos por ellos: y eso hice yo con mi perro"
Si su charla os ha gustado, os recomendamos su libro: "Animal Madness" (disponible tanto en inglés como en castellano) donde habla de Oliver y de cómo el can cambió su vida y le hizo entender el sufrimiento de los animales, donde se adentrá en diversos zoológicos para abogar, en esencia, por que no existan tras revelar cómo muchos animales han de ser sedados para evitar que muestren su ansiedad a través de comportamientos compulsivos, relata historias de elefantes, loros y muchos otros seres que dejan claro que sienten y sufren y son inteligentes.
Una lectura interesante y útil que, por cierto, está traducida al castellano con un título muy diferente: La Elefanta que no sabía que era una elefanta.