La Navidad: época de excesos gastronómicos y, muchas veces, económicos. Momentos felices, en familia, pero también momentos que pueden resultar bastante agobiantes para algunos, incluyendo, cómo no, nuestros canes.
Para que estas fiestas sean del todo perrunamente felices, para evitar sustos, los expertos de Mi Mascota y Yo han compartido con nosotros una serie de recomendaciones prácticas.
Para empezar,ten en cuenta los elementos que pueden agobiar y asustar a tu perro: las aglomeraciones en la ciudad -hay momentos y zonas que conviene evitar al pasear con tu can-, la música muy alta, el ruido de la gente, los niños que se divierten lanzando tracas constantemente, incluso las reuniones en casa con mucha más gente que nunca, quizá con churumbeles que pueden agobiar a tu can... Ten en cuenta que los perros se contagian de los estados emocionales a su alrededor, si hay muchos nervios, ellos también se pueden estresar.
Es bueno parar un momento y ver el mundo desde el punto de vista de los canes, pensar en perro para tratar que ellos también disfruten de la Navidad, desde su perspectiva.
A parte del estrés, tanto los niveles constantes de ruido elevado como los ruidos inesperados afectan a los canes: pueden sentir miedo, pueden salir corriendo o incluso mostrar agresividad.
Así que la idea es dar los paseos alejándose en la medida de lo posible de las zonas más conflictivas o en horarios en los que los estruendos son menos frecuentes. Por supuesto, siempre con correa y arnés que hayas revisado a conciencia para evitar que puedan romperse.
Y en casa es bueno tratar de encontrar un sitio en el que esté protegido y a gusto, un lugar ventilado donde tenga a disposición todo aquello que le haga sentir cómodo: agua fresca y limpia, chuches, su juguete favorito, incluso alguna prenda de ropa que huela a ti, para que sirva de calmante natural...
También es muy importante que nosotros no desaparezcamos y lo dejemos completamente solo; puedes acariciarle y tranquilizarlo , siempre desde la calma. Ten en cuenta que el miedo no se refuerza.
Puedes poner música o sonidos que resulten calmantes y que sirvan para bloquear los ruidos de los petardos y demás excesos festivos. En Youtube encuentras muchos vídeos como éstos:
Si tenemos la costumbre de preparar un árbol de Navidad o un Belén, un cachorro o un perro juguetón pueden tener la percepción de que se trata de una actividad divertida en la que participar.
Esto puede suponer un riesgo grave si nuestro can ingiere un adorno de Navidad.
Mirad, por ejemplo, lo que hace esta loquita cuando la dejan sola en casa con el árbol. No tuvo mayores consecuencias pero... podría haber sido un peligro.
La curiosidad es una característica innata en los perros más jóvenes, así queno podemos dejar de vigilarlos cuando estén cerca del árbol de Navidad, porque pueden sentirse atraídos por los colores brillantes de los adornos o de los cables de luces.
El caso de los cables es especialmente peligroso porque una mordedura podría conllevar una descarga eléctrica con graves consecuencias.
Así que si salimos de casa, no podemos olvidar desconectar las luces u ocultar los cables para que nuestro perro no los pueda mordisquear. Si se trata de un abeto, existe el peligro de que se caiga encima de nuestro fiel amigo, así que hay que sujetarlo correctamente.
* Consejos básicos para evitar riesgos de incendios eléctricos (en casas con perros)
En el caso de tener de un árbol natural, debemos impedir que beba de la maceta cuando acabamos de regarlo, ya que podría ingerir sustancias tóxicas del propio abono.
También hay que evitar que se coma las hojas del árbol porque son muy afiladas y le podrían perforar el estómago.
Aquí puedes consultar otras flores y plantas que son venenosas para los perros.
Determinados tipos de regalos, especialmente los más modernos como smartphones o tablets, llaman mucho la atención de los caninos y, a causa de la excitación, pueden llegar a morderlos. Así que hay que vigilar qué regalos ponemos al alcance de nuestro perro.
También deberemos ser muy cuidadosos en el caso de querer montar un Belén. Es recomendable ubicarlo en un sitio al que nuestro perro no pueda llegar porque es muy fácil que se trague alguna figurita o muerda las luces que le ponemos. Lo podemos ubicar en un lugar más elevado, por ejemplo.
Y si hay algún tipo de evento en tu casa o en una casa ajena con muchos churumbeles mide bien si tu perro os puede acompañar, a lo mejor no está a gusto entre tanta gente, con niños corriendo a su alrededor, con niños desconocidos que seguramente querrán jugar con él, acariciarlo, etc.
Si la cita es en tu casa quizá esté más tranquilo en otra habitación, lejos del estrés.
Los perros necesitan su espacio y cuando no están cómodos lo demuestran, normalmente ellos mismos tratarán de retirase ante situaciones o personas que los incomodan.
Ten en cuenta que la regla básica para evitar incidentes, mordiscos o sustos, es la supervisión y en citas navideñas, con mucha gente y mucho alcohol, no siempre es posible estar pendiente de perros y niños.
El problema es que los niños, con frecuencia, no saben leer las señales que emite un perro para indicarlo
Muchos familiares tienden a dar sobras de la mesa a nuestros canes, es complicado controlarlo pero no está de más avisar y pedir que no lo hagan. Hay alimentos que, seguro, le pueden sentar mal y en cualquier casoellos también se ven perjudicados por los excesos.
También hay que tener cuidado no sólo con lo que alguien le pueda dar a un can sino con alimentos que puedan quedar a la vista y a los que el can pueda tener acceso: turrones y polvorones, uvas, alcohol...
Si tu perro es de los glotones o de los que es capaz de "surfear encimeras", como dicen los anglosajones, ten cuidado de guardar a buen recaudo la comida para evitar que pueda darse un atracón.
Mucho ojo si haces bizcochos o galletas con xilitol o azúcar de abedul, es extremadamente peligroso para los perros.
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