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"La raza no es suficiente para predecir y prevenir el riesgo de mordedura canina", concluye un informe del Gobierno francés


Última actualización del articulo el día 09/02/2021

La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, del Medio Ambiente y del Trabajo en Francia, ANSES, acaba de compartir un informe tan interesante como importante sobre el riesgo de mordiscos caninos. Un informe que es tajante en sus conclusiones: "La raza no es suficiente para predecir y prevenir el riesgo de mordedura"y en la práctica, según indican, "la peligrosidad de un animal debe evaluarse individualmente".

"Cada año se observan miles de mordeduras de perro en Francia. Para prevenirlos, la normativa vigente se basa en la raza o tipo racial del animal. Al final de una valoración pericial sobre el tema, ANSES considera que esta base por sí sola no permite una predicción fiable del riesgo de mordeduras.

En vista de los problemas de salud pública asociados con las mordeduras de perro, la Agencia invita a la implementación de medidas de prevención que hagan hincapié sobre aspectos como la sensibilización de los criadores y dueños de perros sobre las necesidades de los animales y la educación que se les debe brindary fortaleciendo el papel de veterinarios así como establecer un sistema de observación y recopilación de información sobre las mordeduras.

La Agencia recomienda, en particular, reforzar la evaluación del comportamiento de los perros. Y concluyen con un consejo clave: "todos los perros pueden morder, independientemente de su tamaño o raza, y por tanto, un niño nunca debe quedarse solo con un perro sin la supervisión de un adulto."

Prevenir el riesgo de mordeduras implica ante todo, recalcan desde ANSES, concienciar a niños y adultos, ya sean dueños de perros o no, sobre:

- El bienestar, las necesidades y expectativas de un perro, así como el reconocimiento de las señales de estrés en los animales: lamerse la nariz, bostezos repetidos, apartar la mirada, etc. 
- El hecho de que todos los perros pueden morder, independientemente de su tamaño o raza, y por lo tanto, un niño nunca debe quedarse solo con un perro sin la supervisión activa de un adulto.

Para los dueños de perros, la primera visita de vacunación o la revisión anual con el veterinario debe ser una oportunidad para concienciar sobre los factores de riesgo de mordedura y para enfatizar la importancia de la educación canina en positivo, es decir de métodos que enseñan a través del refuezo positivo.  

En Francia, igual que sucede en España, no hay realmente datos oficiales y fiables sobre las mordeduras caninas. Por eso mismo en el país galo ANSES propone crear un observatorio de mordeduras caninas que permita recabar datos y entonces formular consejos específicos. 

Hasta la fecha, recuerdan los expertos franceses, ningún estudio científico ha demostrado que haya un mayor riesgo de mordeduras de perros en las categorías 1 y 2 llamadas "peligrosas" (equivalente a los PPP en España).En EEUU, Países Bajos o Italia, donde se habían adoptado categorizaciones similares, han sido abandonadas tras comprobar ineficacia para reducir el riesgo de mordiscos.

Estas son las recomendaciones concretas de ANSES sobre cómo evaluar la peligrosidad de un perro, un proceso que ha de ser individual para cada animal:

Factores relacionados con el perro:

- Su raza, temperamento y estado reproductivo (animal castrado o no), aunque el análisis de la literatura científica no ha permitido pronunciarse sobre el impacto de estos criterios en la evaluación de peligrosidad;
- Su sexo, siendo los machos más agresivos que las hembras;
- Su edad, los perros adultos (de 1 a 7 años) tienen más riesgo que los perros jóvenes (menos de 1 año);
- Sus condiciones de desarrollo y socialización, la separación demasiado temprana de la madre y los hermanos o el contacto demasiado tardío con humanos se asocia con un mayor riesgo de mordedura;
- Su bienestar, respetando sus necesidades y expectativas;
- Su salud mental y física: dolores físicos, estado emocional alterado y alteraciones del comportamiento;
- Su manera de interactuar con los humanos: las relaciones actuales, la educación que ha recibido...  
- Sus habilidades emocionales y cognitivas.


 Factores relacionados con las personas expuestas al mordisco:

- Edad, género y ocupación de las víctimas: los niños pequeños, los hombres y las personas cuyo trabajo les hace estar en contacto frecuente con perros (veterinarios o personal de enfermería, cuidadores de animales, cuidadores de perros o adiestradores de perros) y las personas que utilizan perros de trabajo, guardia y defensa, tienen más riesgo que los demás. 
- Lugar en el que sucede la mordedura: la mayoría de las mordeduras a niños pequeños y dueños de perro adultos tienen lugar en el hogar mientras que la mayoría de las mordeduras a personas que no están familiarizadas con el perro ocurren en el espacio público
- El estilo de vida del perro determinado por su dueño: la educación, los hábitos diarios (salidas, juegos, etc.) o incluso el lugar donde está normalmente el perro son responsabilidad de sus dueños y pueden contribuir a la aparición de conductas agresivas;
- La capacidad de comunicación con los perros y en particular la detección de señales de calma, de agresividad o amenaza expresadas por el animal: en general, estas señales son mal identificadas por los dueños, incluso los experimentados. La emisión de señales inapropiadas por parte de las personas en condiciones concretas (debidas al uso de sustancias como alcohol o drogas, etc.) o debido a condiciones físicas o mentales particulares, como enfermedades neurológicas. Igualmente, un comportamiento demasiado brusco por parte de los niños puede estar asociado con las mordeduras.

El informe completo está disponible aquí,