Diversos estudios han demostrado que la privación del tacto reduce la tasa de supervivencia de los bebés prematuros y contribuye al retraso en el desarrollo mental y emocional. La privación del contacto, en personas aisladas socialmente, puede afectar la calidad de vida. Por eso mismo un grupo de investigadores de la Universidad de South Australia, liderados por la Doctora Janette Young, ha analizado la noción de que el contactoentre humanos y no humanos, como el que existe entre las personas y sus perros o gatos, pueden ser una ayuda significativa puesto que contribuyen a promover la salud y el bienestar cuando el contacto humano es limitado.
“En un año en el que el contacto humano ha sido tan limitado y las personas se han visto privadas del contacto, los impactos en la salud de nuestra calidad de vida han sido enormes”, explica la Dra Young.
Se estima que más de la mitad de la población mundial comparte su vida con uno o más animales de compañía. Los beneficios para la salud se han detallado muchas veces pero hay pocos datos sobre los beneficios específicos asociados al tacto y al contacto.
“El tacto es un sentido poco estudiado, pero la evidencia existente indica que es crucial para el crecimiento, el desarrollo y la salud, así como para reducir los niveles de la hormona del estrés cortisol en el cuerpo. También se cree que el tacto puede ser particularmente importante para las personas mayores a medida que otros sentidos disminuyen ".
En entrevistas con 32 personas, más del 90 por ciento dijo que tocar a sus animales (perros, gatos pero también aves, ovejas, caballos o incluso reptiles) los relajaba y aportaba consuelo.
Se citaron ejemplos de perros y gatos que se acarcaban a tocar a sus humanos cuando estos se mostraban angustiados o tristes. Muchas personas hicieron referencia a la capacidad innata de sus animales de "saber" cuando su persona no se sentía bien y, en ese momento, buscar el contacto físico.
Y, todo parece indicar o al menos eso perciben las personas que han participado en este estudio, que es algo recíproco, los animales disfrutan también de esa interacción táctil.
“En la era del COVID-19, el distanciamiento social y los confinamientos se traducen en que nuestros animales pueden ser los únicos seres vivos que muchas personas pueden tocar y con los que se sienten cómodos. Los seres humanos tienen una necesidad innata de conectarse con los demás, pero en ausencia del contacto humano, los animales de compañía están ayudando a llenar este vacío. Por lo tanto, deben considerarse desde un ángulo político para ayudar a mitigar algunos de los factores estresantes mentales y físicos que las personas están experimentando durante este tiempo ".
En sus conclusiones y recomendaciones, la Dra Young recomienda que los hospitales o residencias de mayores fomenten las conexiones de los animales de compañía con los residentes.
"Ahora es el momento de comprender el valor de las relaciones entre humanos y animales de compañía para desarrollar políticas que reconozcan este vínculo y lo incluyan en el tejido de la ley y en las políticas que enmarcan las sociedades que compartimos con ellos".