La digestibilidad es una forma de medir cómo se aprovecha un alimento, es decir, la facilidad con que es convertido en el aparato digestivo en sustancias útiles para la nutrición.Y es importante porque es uno de parámetros utilizados para medir el valor nutricional de los alimentos.
La digestibilidad comprende dos procesos:
1- La digestión o hidrólisis de las moléculas complejas de los alimentos.
2- La absorción de pequeñas moléculas (aminoácidos, ácidos grasos) en el intestino.
En el caso de los piensos para perros, sirve como medida fiable de calidad. Los piensos de mayor calidad son los más digestibles y a la inversa.
No todos los piensos para perros son igual de digestibles. Hay una gran diferencia que depende de su composición y de la calidad de los ingredientes. Cuanto más digestible sea la dieta, mejor. Pero… ¿cómo distinguir un pienso digestible de otro que no lo es?
Se considera que un pienso es muy digestible cuando el aparato digestivo del perro puede digerirlo y absorberlo: cuando puede convertirlo fácilmente en sustancias útiles para la nutrición.
Simplificando mucho, se puede decir que la digestibilidad es la capacidad que tiene un pienso para ser aprovechado por el organismo del perro que lo come.
Cuanto menos digestible es un pienso, más residuos genera y de peor calidad: o sea, los excrementos del perro son más grandes, más frecuentes y pueden tener una textura y un olor peores.
No todos los piensos para perros tienen la misma composición, ni sus ingredientes son de la misma calidad, ni su proceso de producción es igual.El resultado de la mezcla de esos tres factores es lo que da lugar a una mayor o menor digestibilidad.
¿Cómo saber si el pienso que le das a tu perro es digestible?Éstas son algunas de las condiciones más importantes que cumplen los piensos que tienen una alta digestibilidad:
1- No contienen subproductos animales de relleno
Los subproductos cárnicos usados en la industria de alimentación para perros y gatos son partes de animales que han sido desechadas para el consumo humano.
Algunas marcas utilizan picos, patas e incluso harina de plumas hidrolizada como fuente de proteína animal en la elaboración de sus piensos. Esta proteína tiene un valor biológico muy bajo para el organismo del perro. Eso quiere decir que el perro no puede digerirla y absorberla correctamente.
1- El primer ingrediente de su lista es la proteína animal
Los perros son carnívoros y, como tales, requieren una dieta basada en proteínas de origen animal y no vegetal. Este tipo de dieta es la más adecuada en términos biológicos.
Fíjate en la composición del pienso para perros que compras y observa si la proteína de origen animal es el primer ingrediente de la lista.
La proteína de origen animal suele tener un valor biológico de más del 90% mientras que la de origen vegetal, alrededor de un 50%. Es decir, mucho menor.
3- Los excrementos del perro son pequeños, compactos y poco frecuentes
La regla es muy sencilla: cuanto más digestible es un alimento, menos residuos genera y eso se traduce en “cacas” más pequeñas, más compactas y menos frecuentes.
Es muy importante tener esto en cuenta porque la calidad y la frecuencia de las heces de nuestro perro son, muchas veces, la medida más fiable y visible de la digestibilidad de un pienso.
Olvídate de los reclamos publicitarios y observa atentamente cómo son las heces de tu perro.
Así podrás saber si el alimento que le das es digestible y su organismo puede aprovecharlo correctamente.
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