En Navidad es fácil tener la tentación de compartir manjares diversos con tu can pero los expertos advierten: hay que tener en cuenta que un menú pensado para personas puede no ser apto para canes. Los huesos, por ejemplo, pueden suponer un grave peligro.
Claro que no son los únicos, como bien nos recuerdan los amigos de Mi Mascota y yo:
Las sobras de nuestra mesa no deben de ser la base de la comida para los perros: la dieta no es una cuestión aleatoria.
Cada especie animal tiene su organismo preparado para alimentarse de una manera concreta. Desde el tamaño de sus intestinos hasta la forma de sus dientes determinan los alimentos para los que está mejor preparado y, por tanto, digiere mejor.
Durante la Navidad a veces los propios dueños y a veces sus familiares, que quizá desconozcan lo que le sienta mal a un can, deciden complementar el pienso con restos de los menús típicos de estas fechas. A todos los apetece, lógicamente, que nuestros canes compartan de la alegría y las celebraciones pero conviene tener en cuenta:
- Las sobras pueden contener alimentos tóxicos para perros
El organismo de un perro no está preparado para digerir o absorber los nutrientes de ciertos alimentos como lo hace el de los seres humanos. Además, hay alimentos o ingredientes sabrosos y del todo inocuos para las personas que pueden ser peligrosos -aunque también tentadores, claro- para un perro.
No es infrecuente que los guisos y platos típicos en Navidad contengan cebolla, cebolleta, puerro, ajo, o uvas pasasy estos alimentos no son nada recomendables para los perros. Por no hablar del chocolate, los polvorones o el turrón; pueden resultar del todo perjudiciales para su salud, especialmente si los toman en exceso.
- La comida casera para perros a base de sobras genera sobrepeso y obesidad
Las salsas, las carnes saladas, los embutidos... en fin, muchas de las sobras de un menú pensado para personas pueden provocar que nuestro perro engorde.
Aderezar el pienso de forma continuada con este tipo de ingredientes está totalmente desaconsejado desde una óptica veterinaria.
Tanto el sobrepeso como la obesidad canina son enfermedades de alto riesgo y hay que combatirlas mediante una dieta equilibrada y ajustada a las necesidades nutricionales caninas.
- Las sobras a base de huesos cocinados pueden provocar perforación intestinal
Es común que algunos propietarios den a sus perros los huesos del cocido o las sobras del asado navideño. Los huesos, sin embargo, pueden ser un verdadero peligro para los canes.
Los huesos cocinados, un serio peligro
Los huesos cocinados pueden provocar atragantamientos, oclusiones intestinales e incluso llegar a perforar los intestinos de un perro.
El peligro principal de los huesos radica en su cocción porque es durante este proceso que pueden perder el agua y el colágeno que contienen y convertirse en huesos que se astillan.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que los huesos son ricos en calcio y fósforo, pero su aporte proteico es bajo porque, aunque contienen mucha proteína, ésta es poco digestible para los perros.