A los canes, a la gran mayoría, los puedes conquistar por el estómago. Disfrutan comiendo, es evidente, y dado que a nosotros nos encanta verlos disfrutar esto puede convertirse en un problema: sin ser conscientes, acabamos dándoles demasiada comida a lo largo del día.
Además de su ración normal, no nos resistimos a darles un extra, chuches caninas por aquí, un poquito del pan del bocadillo por allá, un trozo de queso o una patata frita... todo esto suma, como alertan los veterinarios.
Hay casos extremos, como este perro que ha adelgazado la brutal cifra de 55 kg pero hay muchos otros canes que tienen kilos de más o que, directamente son obesos y con demasiada frecuencia sus familias no se percatan de las consecuencias de ese sobrepeso.
No se trata de un problema estético sino de salud: esos kilos adicionales se traducen en incontables dolencias y, en muchos casos, incluso en una vida más corta.
Por eso es importante mirar la letra pequeña de las chuches caninas, algunas tienen muchas, pero muchas calorías y, por lógica, igual que sucede en los humanos, si un can consume demasiadas calorías al día para el nivel de ejercicio que haga... engorda.
Es decir, si un día te vas de ruta de senderismo y le das una ración doble de chuches, pues todo perfecto. Pero si es un día normal, con actividad normal, entonces podrías considerar reducir algo su ración de comida. En ningún caso sería recomendable sustituir su comida -equilibrada y con todos los nutrientes necesarios- por chuches, lógicamente.
Estos gráficos muestran con claridad el cuidado que debemos tener tanto con las chuches específicamente caninas como con los extras que, sin querer queriendo, le acabas dando a tu perro.
El número idóneo de calorías que le conviene consumir a tu perro no es una cifra rígida pero sí existen tablas que ofrecen información genérica a modo de guía.
Por ejemplo, un perro de 10 kg debería consumir 470. Y el can de este primer gráfico, que pesa 4.5 kg, unas 200-220.
¿Y qué pasa si le damos un poco de nuestra comida? Pues... este otro gráfico demuestra el resultado de darle una galleta, un trozo de queso o un perrito caliente a un can de 20 libras, es decir de 9 kg.
Un trozo de queso ¡sería como si el perrete se hubiera zampado dos hamburguesas y pico!
Soprendente, ¿no? Tenlo en cuenta la próxima vez que vayas a compartir comida con tu can... aunque sea un placer verlos disfrutar es aún mejor poder disfrutar con ellos sanos durante muchos años más.