En el BOE de 21 de junio de 2023 se ha publicado el Real Decreto 524/2023, de 20 de junio, por el que se aprueba la Norma Básica de Protección Civil, que regula las bases para la mejora de la coordinación y eficacia de las actuaciones de las diferentes Administraciones Públicas en la gestión del ciclo de las emergencias, que abarca las fases de análisis de riesgos, prevención, planificación, respuesta, recuperación, y evaluación.
Y, en el catálogo de riesgos que deben ser objeto de planificación -que incluye entre otros, inundaciones, incendios forestales, fenómenos meteorológicos adversos y terremotos, así como accidentes en el transporte de mercancías peligrosas o en instalaciones donde se utilicen o almacenen sustancias químicas- ahora se ha de tener en cuenta a los animales en todas las medidas de protección, tanto en las Directrices Básicas de Planificación como en la estructura y contenido de los Planes de Protección Civil.
Desde INTERcids habían trasladado diversas aportaciones al Ministerio en 2022 para que la Norma de Protección Civil se adaptara a la reforma del Código Civil por la que los animales dejaron de ser considerados cosas para ser reconocidods como seres vivos dotados de sensibilidad.
Desde esta organización formada por jueces y magistrados, fiscales, procuradores, agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad, abogados especializados en Derecho Animal, Derecho Ambiental, Derecho Penal o Derecho Internacional, insistieron especialmente con los animales denominados de compañía: “Ante una situación de rescate, las personas llegan incluso a poner en riesgo sus vidas, intentando recuperar a sus animales o evitando dejarlos atrás. Por ello, debe garantizarse que las familias con animales no sean separadas y puedan acceder a los establecimientos y centros de evacuación habilitados sin restricciones”, explicaban en sus aportaciones.
Es lo que ya explicaba años antes, en un informe de 2016, la Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos (CoPPA): numerosos estudios confirman la importancia y la influencia que tiene entender cómo los lazos afectivos con los animales pueden influir en las decisiones de las personas que se encuentran en situaciones de emergencia: “La inclusión de los animales en la gestión de emergencias puede favorecer la seguridad pública de las personas afectadas”.
La recuperación tras la experiencia traumática también se ve favorecida por la presencia de los animales de familia: "Proporcionar atención y cuidados a los animales en todas las etapas de la gestión del desastre facilita la recuperación psicosocial de las personas que conviven ellos, y favorece la resiliencia”, añaden.
Asimismo, INTERcids señala que en estos planes no deben considerarse únicamente animales de compañía. Animales silvestres, que viven libres en su medio natural, pueden encontrar en su huida barreras geográficas insalvables, o ver impedida la posibilidad de escapar según las características de la situación de emergencia.
Igualmente deben ser considerados los animales explotados con fines de producción, ya que los riesgos en situaciones de emergencia se agravan, por ejemplo, en instalaciones de ganadería intensiva, donde las circunstancias de los animales dificultan el diseño de planes de evacuación eficaces. Y también otros animales mantenidos en centros general, incluidos los parques zoológicos, en los que su evacuación tampoco está contemplada.
INTERcids celebra que en la revisión de la Norma Básica de Protección Civil, como instrumento fundamental para garantizar la seguridad de las personas ante emergencias y catástrofes, se haya tenido en cuenta también la situación de los animales. “Esta norma es ahora más coherente con el ordenamiento jurídico y la realidad social actual, al tiempo que será más eficaz en el cumplimiento de sus objetivos” aseguran.
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