En España se ha aprobado una modificación del Código Penal en materia de maltrato animal que preocupa seriamente a asociaciones de juristas y expertos.
Desde hace meses alertan sobre los problemas que podría traer consigo el texto porque mantiene inadmisibles retrocesos e ignora mejoras técnicas muy necesarias.
En opinión de CoPPA: “La reforma no está teniendo en cuenta que estamos hablando de delitos de carácter violento, ni todas las implicaciones que tienen estas peligrosas y dañinas conductas, además de para los animales, también para las personas”.
De hecho, una de las cuestiones que más preocupa sobre la propuesta de la reforma -que llegará la semana que viene al Congreso de los Diputados- es queincluye la posibilidad de sustituir las penas de cárcel por multas.
Esto no ha sucedido en México donde el aumento en las penas que se acaba de aprobar ha sido considerable: el Congreso de la Ciudad de México acaba de aprobar unas reformas al Código Penal para el Distrito Federal con un objetivo similar: "atender y erradicar las problemáticas de abandono, mutilación por motivos estéticos, maltrato, crueldad, envenenamiento, robo, secuestro y consumo de seres sintientes no destinados para el abasto."
La reforma recién aprobada se traduce en un aumento considerable de las penas por maltrato animal: los actos de crueldad que provoquen la muerte de cualquier especie animal estarán castigados con penas de dos a seis años de prisión y, en caso de que se hubiera causado un sufrimiento grave al animal, podría ser de 10 años.
En paralelo, Ley de Bienestar Animal en el Distrito Federal, la capital de México, aún en proceso de desarrollo, incluye nuevas prohibiciones y en el comunicado donde las detallan también han salido al paso de diversos bulos que habían causado preocupación antes de su aprobación (como que se iba a sacrificar a los perros callejeros).
Lo que sí se busca prohibir sería:
- Dar muerte a animales sanos en establecimientos públicos o privados, incluyendo los Centros de Atención Canina y Felina y las clínicas veterinarias de las alcaldías.
- Peleas de gallos, de perros y cualquier otro animal, sin importar su especie.
- Amarrar, encadenar o enjaular animales.
- Vender animales vivos en mercados públicos, así como en mercados sobre ruedas y móviles (tianguis, bazares y los instalados en la vía pública).
La foto que encabeza el texto es el Monumento al Perro Abandonado, en México.
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