Para el Ministerio de Agricultura la aprobación en marzo 2022, por unanimidad, de la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética "es un hito para la caza sostenible y la dinamización del medio rural".
El texto aprobado esta semana, dicen, incorpora las sugerencias aportadas por las comunidades autónomas "si bien se prevé, durante su puesta en práctica y al cabo de 5 años, la posibilidad de introducir mejoras y adaptaciones."Aquí podéis consultar el documento íntegro dela Estrategia Nacional de Gestión Cinegética.
Las asociaciones que, como la Plataforma NAC, llevan meses tratando de que se escuche su voz, tratando de aportar argumentos contra este documento, consideran que no han servido de nada las alegaciones enviadas por todos los colectivos y solo se ha escuchado a los cazadores: piden directamente que se retire la estrategia recién aprobada "por ser contraria a la creciente sensibilidad social sobre el respeto hacia los demás animales, el equilibrio natural de los ecosistemas, la protección del menor frente a la violencia, e incluso la de la vida misma de la ciudadanía española."
Es útil tener en mente lascifras de la caza en España, compartidas desde el Ministerio, cada vez que hablamos de este tema.
"La actividad cinegética genera al año 6.475 millones de euros, lo que supone el 0,6 % del Producto Interior Bruto (PIB) general de la economía. España cuenta con 825.373 licencias vigentes, la mayor parte en Andalucía (30 %), seguida por Castilla y León (12 %) y Castilla-La Mancha (11 %). Es la tercera actividad federada con mayor número de licencias, por detrás del fútbol y del baloncesto."
¿Qué significa la aprobación de esta Estrategia Nacional de Gestión Cinegética?
Lo que explican desde el Ministerio de Agricultura es lo siguiente: es un marco orientativo y sus propuestas pueden ser adoptadas voluntariamente. Pero, evidentemente, es una guía para todas las administraciones en toda España.
¿Qué dicen sobre los perros de caza en este documento? ¿Cuál es el problema?
Pese a todas las sugerencias y quejas que sin duda habrán recibido por parte detodas las personas que consideramos que es un peligro y un despropósito que los perros de caza no tengan los mismos derechos que cualquier otro perro, que no se garantice realmente su bienestar, la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética vuelve a destacar que los perros de caza, las rehalas, son diferentes.
Literalmente "reconocen" su singularidad y pide "promover la redacción de normativa propia, complementando a la ya existente, donde se recojan las especificidades relativas al desarrollo de la actividad cinegética para la que son empleados".
Solo se recomienda (por favor leed con calma la frase...) analizar "la posibilidad de definir unos criterios mínimos consensuados por todas las autoridades competentes, teniendo en cuenta las directrices marcadas y la normativa vigente en cuanto a bienestar y sanidad animal."
Es decir, a falta de saber cómo exactamente la futura Ley de Protección Animal protegerá por igual a todos los perros,la estrategia aprobada por el Ministerio de Agricultura fomenta que los perros de caza sigan siendo tratados como si fueran algo más parecido a una herramienta por lo que permite que sigan siendo (mal)tratados como hasta ahora.
Las protectoras como Fundación Benjamín Mehnert conocen de primera mano cuál es la realidad de los perros de caza, abandonados en cuanto no sirven: desde el comienzo de 2022 ya se han hecho cargo de 254 galgos.En dos meses.
Desde la Plataforma No a la Caza han preparado una carta, un manifiesto que enviarán al Ministerio de Agricultura:
En paralelo, desde el sector cinegético (que va a participar en una gran movilización convocada en Madrid el 20 de marzo) están en plena campaña con un lema que resulta, cuando menos, Orwelliano. Ahora resulta que la caza es vida.
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