El gluten es una pequeña fracción de proteína que se encuentra en algunos cereales como trigo, cebada, centeno, avena, espelta, kamut y las variedades híbridas de todos ellos, así como en sus productos derivados. Para las personas intolerantes es importante saber qué alimentos pueden contener esta proteína porque la enfermedad celíaca solo tiene un tratamiento posible: seguir una dieta libre de gluten. Por eso mismo, lo normal es que los productos que tienen gluten así lo indiquen. La normativa tanto en Europa como EEUU especifica que para que un alimento pueda estar etiquetado como "sin gluten"debe contener menos de 20 ppm (partículas por millón) o mg/kg. El problema es que incluso esa minúscula traza puede afectar a algunas personas celíacas.
Esta es Rosie, una nariz prodigiosa: es una perra de asistencia que ha sido entrenada para detectar el gluten, entre otras cosas puesto que su dueña y entrenadora tiene la enfermedad de Crohn.
Sí, ella es capaz de detectar cuando una comida contiene incluso menos gluten del que estipula la ley, algo que transforma la vida de personas celíacas: pueden ir a comer y cenar fuera con tranquilidad, en el caso de los adolescentes aún más...
Es un entrenamiento más complejo que el de otros perros detectores (normalmente dura hasta un año) porque el gluten puede estar presente en todo tipo de alimentos y productos, puede contaminar una sartén o una ensalada si la persona que la hace antes ha estado manipulando algún alimento con gluten...
De ahí que haya aún pocos perros detectores de gluten, en EEUU hay un par de empresas de educación canina que se han especializado en este tipo de perros de asistencia.
No son baratos, obviamente: pueden costar hasta 12.000 $ pero su capacidad para alertar ante trazas de gluten cambia la vida de sus compañeros humanos.
Aquí os dejamos dos vídeos en los que se ve cómo entrenan a dos canes diferentes para alertar ante la presencia de gluten.
