El perro de apoyo a menores en juzgados es un perro específicamente adiestrado, presente en las sedes judiciales, que ejerce de presencia tranquilizadora para los menores, a la vez que ayuda a crear un sistema más humano y eficiente,permitiendo a los profesionales de los Juzgados llevar a cabo su trabajo de manera más positiva y constructiva. Cuba y Suri, coterapeutas de Dogtor Animal,desempeñan esta labor.
Aquí podéis descubrir diversas facetas y efectos de este proyecto tan útil y tan importante que es a la vez práctico y de investigación puesto que mientras los perros ejercen su trabajo, ayudando a los niños, también se recaban datos.
Suri, como Cuba, es una coterapeuta especial.Ella también acude a los Juzgados 23, 25, 27, 29 y a la Audiencia Provincial de Familia de la Comunidad de Madrid.
En este entorno, creado por adultos para adultos en el que el menor no tiene cabida, resulta paradójico que sea los perros los encargados de humanizar el espacio.
Y es que desde septiembre de 2014 los juzgados de Infancia de Madrid son, efectivamente, un poco más humanos para los más pequeños, al contar en su plantilla con profesionales judiciales de cuatro patas.
Dogtor Animal ha implantado de forma pionera en España gracias a la Comunidad de Madrid y a Dejemos Huella de Elanco la figura del Perro de Apoyo a Menores en Juzgados.
Está demostrado que la presencia de un can durante las entrevistas permite a los profesionales del equipo psicosocial obtener testimonios con mayor cantidad de detalles y que se aproximen más a la realidad.
Suri es la encargada de visibilizar con su presencia, la necesidad de que los más pequeños estén acompañados durante el duro proceso que supone declarar en un juzgado.
Suri está específicamente adiestrada para acompañar y apoyar a los menores que deben enfrentarse a una entrevista judicial haciendo de colchón emocional entre los entrevistadores y el menor.
La presencia de Suri es también tranquilizadora para los menores ayudando a crear un sistema judicial más humano y eficiente, permitiendo también a los profesionales de los juzgados realizar su trabajo de una manera positiva y constructiva.
Es frecuente observar cómo los pequeños no paran de acariciar al perro de apoyo mientras se les pregunta, ya que se trata de una manera de exteriorizar el estrés que esto les supone. El perro de apoyo judicial se convierte en un colchón emocional.
Al finalizar las entrevistas Suri realiza un juego a modo de despedida, teniendo el menor la certeza de que siempre que tenga que volver, estará Suri para acompañarle, terminando la experiencia con muy buen sabor de boca y muchas SONRISAS.
Podéis encontrar más información sobre el proyecto y cómo se analizan sus efectos y resultados, aquí.