La educación canina es clave para lograr que más perros sean adoptados con éxito y puedan tener una buena vida en familia. Un nuevo estudio de la ASPCA, centrado en perros con miedo, viene a demostrarlo, con datos.
El objetivo en este caso era determinar si un plan estandarizado de modificación y enriquecimiento del comportamiento podría reducir significativamente el miedo a las personas y las actividades cotidianas. Si un programa así podría, en esencia, reducir el sacrificio de perros.
Para ello, el Centro de Rehabilitación del Comportamiento (BRC) de la ASPCA ha documentado los resultados de un proyecto piloto a lo largo de siete años a través del que se ha ofrecido tratamiento a perros que mostraban miedo de moderado a extremo.
Es importante destacar que todos estos canes fueron tratados en un entorno especial, fuera de las protectoras o perreras tradicionales, en el propio Centro de Rehabilitación del Comportamiento. El tratamiento exitoso requirió un promedio de 78 sesiones de modificación de conducta durante 96 días.
Demasiados perros llegan a las protectoras o a las perreras con miedo extremo tras haber sufrido maltrato o abandono, porque no han sido socializados correctamente o porque solo han conocido lo peor del ser humano.
Estos canes lo tienen mucho más complicado: "Sin un tratamiento eficaz, estos perros tienen una calidad de vida inaceptablemente mala y es poco probable que sean adoptados con éxito",concluyen desde la ASPCA.
De ahí este proyecto que incluyó múltiples protocolos de desensibilización y contracondicionamiento y protocolos de condicionamiento operante diseñados para reducir el miedo de los perros a los estímulos que tipifican la vida en un entorno familiar y enseñar las habilidades necesarias para tener éxito en un hogar.
En concreto, a los perros se les enseñó a estar cómodos con correa y collar, a salir a pasear, a interactuar con personas y la interacción social con otros perros, a poder ser manipulados, a habituarse a sonidos desconocidos, a personas desconocidas... También a viajar en coche e ir en un transportín.
El protocolo también incluía medicación específica cuando se consideró necesario. Podéis consultar muchos más detalles sobre los protocolos, sesiones y tratamientos aquí.
Entre 2013 y 2020, el BRC registró los resultados del progreso del tratamiento, incluidas las evaluaciones periódicas de comportamiento, las tasas de "graduación" y las tasas de adopción de "graduados".
Los objetivos de este estudio fueron determinar qué proporción de perros con miedo moderado a extremo podrían rehabilitarse hasta llegar a ser adoptados y comprobar cuánto tiempo, en promedio, se necesitó para ello.
Hubo un predominio de perras en el programa, en consonancia con investigaciones anteriores que sugieren que los problemas de conducta basados en el miedo son más frecuentes en las hembras, explican desde la ASPCA.
La tasa de graduación fue del 86% (380/441). Los perros graduados pasaron un promedio de 96 días en el programa, experimentando un promedio de 78 sesiones de tratamiento específicas. Mostraron una mejora significativa en el comportamiento en una evaluación de comportamiento estandarizada.
Una vez que se determinaba que podían ser dados en adopción, el 99% lograron encontrar un hogar y el 96% fueron adopciones exitosas (definitivas).
Estos resultados indican que un programa de rehabilitación conductual diseñado apropiadamente para perros que muestran un miedo extremo en un entorno de refugio puede resultar muy exitoso, lo que resulta en una mejor calidad de vida y una menor necesidad de eutanasia conductual.
Desde la ASPCA son conscientes de que su programa requiere una importante inversión de tiempo y experiencia: pocas protectoras tienen los recursos para desarrollar algo así pero estos datos demuestran que sí es efectivo y que se puede trabajar en esta misma dirección para mejorar la calidad de vida de los perros con éxito.
En su web encontraréis multitud de casos concretos de perros rehabilitados que ahora viven felices.
PD Este vídeo no es parte del proyecto del que hablamos aquí pero sí muestra el trabajo en el centro de rehabilitación de la ASPCA a través del documental"Second Chance Dogs".
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