Lo que vive y experimenta un cachorro desde que nace y a lo largo de sus primeros meses de vida condiciona drásticamente cómo será de adulto. Y no hay que esperar a que pueda salir de casa o a que tenga varios meses: es lo que se desprende de este interesantísimo estudio llevado a cabo por Guide Dogs en el Reino Unido con cachorrotes de entre 0 y 6 semanas.
La socialización temprana y la habituación son muy importantes para el bienestar de un cachorro: así es cómo adquiere la capacidad de desarrollar habilidades y aprende a afrontar retos de forma positiva.
El programa de Guide Dogs se plantea para cachorros de entre 0 y 6 semanas (que son posteriormente evaluados cuando tienen 8 meses) y propone juegos e interacciones sencillas: habituar a los cachorros a ser peinados -usando un cepillo de dientes-, dejar la TV puesta para que escuchen sonidos diferentes, colocar pequeños obstáculos para que el perro los supere...
Es decir, incluyen estimulaciones visuales, auditivas y táctiles, dado que los cachorros cuando nacen no pueden ver. Y las sesiones son cortas, al principio de no más de 5 minutos.
Los resultados del estudio, en el que se ofreció esta estimulación adicional a los cachorros, demuestran que, efectivamente, esa socialización temprana tiene efectos a largo plazo: logra mejorar la confianza de los perros y reduce los comportamientos asociados con la ansiedad y el estrés en los perros adultos.
La estimulación adicional que recibieron los cachorros durante este estudio les proporcionó un mayor contacto físico y desafíos mentales así como una amplia interacción positiva con personas fuera de la camada. Estos estímulos podrían considerarse factores estresantes leves, dicen los investigadores, y podrían explicar la reducción de la ansiedad y el comportamiento relacionado con la distracción observado en los perros posteriormente.
Evidentemente estos cachorrotes tienen la suerte de poder interactuar los unos con los otros de forma segura porque están en un centro donde crían a perros para Guide Dogs.
Para el resto de canes toca respetar el calendario de vacunación antes de sacarlos para que conozcan a sus congéneres pero eso no impide poner en práctica muchas otras actividades en casa: desde tocar diferentes partes de su cuerpo para que se acostumbre, cepillarlos, dejar la TV puesta, etc. Eso sí, siempre de forma muy, muy gradual, sin cansar o estresar a nuestro perro.
Los resultados de Guide Dogs están en línea también con el estudio desarrollado por la etóloga Ángela González Martínez en HVU Rof Codina: los cachorros que van a clases de socialización presentan menos miedo ambiental (especialmente beneficioso dada la alta prevalencia de fobias a sonidos fuertes, como tormentas o petardos, que suele afectar a tantísimos perros), son más fáciles de educar y son menos reactivos cuando los tocan.
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