Un interesante estudio llevado a cabo por investigadores italianos ha documentado, por primera vez, el impacto positivo del entrenamiento en la capacidad de los perros para ser adoptados, especialmente los adultos y senior.
Los investigadores siguieron los pasos de 1034 perros mestizos (488 machos y 546 hembras), que estaban en una protectora italiana, cercana a Nápoles (Ottaviano) que fueron adoptados entre 2015 y 2020.
El programa de educación comenzó a partir de 2018 e involucró a 735 perros: 555 de ellos fueron adoptados. Según su edad, los perros se agruparon en cuatro categorías: jóvenes (7 a 11 meses); adulto joven (1–2 años); adultos (3–8 años); senior (9-17 años).
El programa de educación, personalizado, duró 4 meses. Después de una visita conductual inicial, los canes recibieron entrenamiento personalizado una vez por semana (en promedio), utilizando refuerzos positivos (chuches, alabanzas, caricias, juego...) y manejo suave (no se indujo presión física o psicológica).
Cada sesión tuvo una duración aproximada de 60 minutos, con un descanso de 15 minutos después de 30 min de trabajo para salvaguardar el bienestar animal. En cada sesión se realizaron al menos dos actividades. Cada sesión fue precedida por la actividad aprendida anterior para evaluar las habilidades cognitivas.
Además, esta protectora en concreto está equipada con un sistema de difusión de música clásica que suena todos los días de 14 a 19 horas, lo que aumenta el comportamiento de descanso y también disminuye el estrés de los canes, algo que ha sido documentado previamente.
¿El resultado? Como podéis ver en el gráfico, un mayor número de perros adultos y mayores entrenados abandonaron la perrera y fueron adoptados, en comparación con los animales no entrenados de la misma edad.
En conjunto, los datos actuales destacan un papel importante para el entrenamiento en la mejora de las actitudes naturales de los perros de compañía, apuntando así hacia un mejor vínculo humano-animal.
Aunque todavía es un estudio inicial, aceptan los investigadores, sería razonable afirmar que el programa educativo llevado a cabo en el presente trabajo produjo un efecto beneficioso en los perros mayores, que tenían más posibilidades de ser adoptados que los animales no entrenados de la misma edad.
Pese de la las cuestiones multifactoriales relacionadas con la adopción de perros, gestionando de manera adecuada los aspectos disfuncionales que experimentan los canes, incluyendo la agresividad excesiva, el miedo y la ansiedad y los comportamientos anormales repetitivos, pueden sentar las bases para asegurar, por un lado, las condiciones de vida más adecuadas para los perros de protectora y, por otro, una armonización sustancial de las relaciones humano-perro.
En este sentido, los procesos de categorización del comportamiento deben tenerse en cuenta para permitir una mejor combinación perro-humano, preservando las necesidades de ambos y mejorando la conciencia humana en la elección del perro "adecuado".
Por eso mismo lanzan la hipótesis de que un programa de entrenamiento "bien programado y personalizado podría 'dar forma' a las habilidades emocionales y cognitivas de los perros, y representa un factor clave en el restablecimiento de una mejor relación entre humanos y perros".
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