Recompensar con comida, alabanzas o a través del juego aquellos comportamientos que deseamos reforzar en un perro e ignorar o reconducir los comportamientos que no queremos que se repitan...Estas son algunas de las claves de la educación canina en positivo.
Los premios comestibles son realmente útiles a la hora de educar a nuestros canes pero es importante elegir bien esos premios, cuidando la calidad y regulando la cantidad porque de lo contrario podrían tener efectos negativos para su salud. Y es útil recordar que el refuerzo positivo no tiene porqué ser siempre comestible.
Lo habréis comprobado, seguro: los canes aprenden a la velocidad del rayo en cuanto asocian una conducta concreta con un efecto positivo concreto.
Le pides que se siente (o que se quede quieto, o que suelte algo que ha cogido del suelo, etc.) y en cuanto lo hace le das una chuche... Anda, piensa tu perro, esto sabe rico, ¡habrá que repetirlo para que me den más!
Hasta ahí todo perfecto, el problema está en el abuso de premios comestibles o en la utilización de premios comestibles de baja calidad.
Hay que tener claro que la mayoría de los premios son hipercalóricos y, además, muchos pueden contener ingredientes de baja calidad como subproductos animales (picos, patas e incluso harina de plumas hidrolizada).
Por eso es importante, siempre, mirar la letra pequeña de las chuches caninas: hay que tratar de elegir las más naturales y respetar las indicaciones sobre la cantidad diaria recomendada.
E incluso cuando optamos por los premios caseros conviene recordar que, por lógica, igual que sucede en los humanos, si un can consume demasiadas calorías al día para el nivel de ejercicio que hace... engorda.
Todo suma, también las chuches
Es comparable a las golosinas para humanos, los premios para perros no deben constituir la base de la alimentación sino ser sólo un complemento.
Es decir, si un día le das una ración doble de chuches, podrías considerar reducir algo su ración de pienso. Pero en ningún caso es recomendable sustituir su comida -equilibrada y con todos los nutrientes necesarios- por chuches.
Demasiadas chuches, demasiada comida en general... los efectos son de sobra conocidos y cada vez más preocupantes tanto en Europa como en EEUU. Hay una verdadera epidemia, hemos trasladado los problemas de peso humanos a nuestros canes:
No es un problema estético, la obesidad canina se traduce en diversas enfermedades, en una movilidad reducida, en posibles dolores articulares....
¿Qué premios son más recomendables?
- Premios caseros y sanos:una opción saludable es utilizar trozos de fruta o de alguna verdura, como la zanahoria, como premios naturales. Hay perros que los disfrutan un montón.
Puedes cortar trocitos de salchichas... O podrías hacerle tú los premios en casa siguiendo alguna receta sana (con atún o sardinas, por ejemplo)-
Hay incluso quien premia a su can con croquetas del su alimento habitual para, así, tener más controlada la cantidad diaria de comida que ingiere su perro.
- Premios para perros 100% naturales:puedes comprar premios naturales, lo importante es que te fijes bien en la letra pequeña. Mira las calorias pero sobre todo la composición y elige siempre los premios que no tengan aditivos como conservantes, colorantes, saborizantes o antioxidantes artificiales.
- Caricias, alabanzas y juegos:tu can quiere hacerte feliz, es un premio en sí mismo cuando lo consigue.
Se ha comprobado que muchos perros aprenden incluso más rápido cuando el premio no es comestible sino humano...cuando recibe una caricia, una alabanza... Sí, el refuerzo positivo se logra también sin comida porque al final tu perro lo que quiere es tu atención.
Y esto por no hablar del juego, la mayoría de los canes de rescate aprenden a localizar a los humanos así, a través del juego.
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