En mayo 2019, la familia de la educadora canina Tamara Hernán aumentará. Ella lleva meses preparando la llegada de Álex, su pequeño humano, que estará arropado por dos canes y dos gatas. Ha ido compartiendo su experiencia y todo tipo de consejos en su web y en sus redes sociales, también en youtube. Y por eso hemos hablado con Tamara, para que nos cuente cuáles son sus consejos prácticos y, de paso, nos hable de tantos mitos que sería útil ir desterrando. Así, esperamos, cualquiera que tenga dudas sobre la convivencia entre bebés, niños y perros podrá encontrar información fiable.A continuación podréis leer todo lo que nos ha aclarado Tamara.
"Mi familia está formada por Bela y Dólar(podéis verles en la foto que encabeza el texto) y dos maravillosas gatas: Patas y Baghee, y a finales de Mayo llegará un bebé de dos “patas” llamado Álex.
Cuando a finales de Septiembre me enteré de que estaba embarazada, no tuve dudas de que tenía menos de 9 meses para ponerme las pilas y trabajar con cada uno de forma individual para que la llegada del bebé sea lo más cómoda posible para ellos.
Pensé que sería buena idea aprovechar mi trabajo para grabar una saga de videos al respecto de los temas que fuesen surgiendo, pero cada vez que el proyecto #dulceesperaconperrosygatos tiene más repercusión, me doy cuenta de que probablemente éste sea mi cometido en el mundo de la educación canina. (pinchando en la etiqueta encontráis toda la información).
Prepárate, porque si tienes un animal en casa, puede que la gente sea más comedida, pero con más de uno comenzará el aluvión de sutiles (y no tan sutiles) frases que te llevarán a la duda. Profesionales de la salud, familia, amigos, vecinos...todos con mejor criterio que tu propia responsabilidad. La duda ofende señores. ¡No!:
● No voy a encerrar a mis perros para que otras personas puedan venir a visitar al bebé.
● No voy a deshacerme de las gatas porque “me van a contagiar la toxoplasmosis” (En este video te cuento todo lo que necesitas saber sobre esto).
● No los voy a dejar en vacaciones. Se vendrán conmigo como siempre. ¿Por qué iba a cambiar ahora?
● No van a dejar de dormir en mi habitación ni voy a prohibir a las gatas meterse en el carro o en la cuna. Son sitios super chulos para ellas y quiero que estén cómodas en los espacios junto al bebé.
● No voy a permitir que el bebé, el día de mañana, les agobie. A ninguno. Porque le voy a enseñar a respetarles, a tocarles con delicadeza y a respetar su descanso y su espacio.
● Por su puesto, que no voy a escatimar en sus gastos. Antes me quito yo de mis cosas y mis caprichos. No voy a dar comida de baja calidad “porque los pañales del niño son muy caros”... Pero luego me voy de hotel todo Incluido, ¡sin el perro claro! ... En fin... Mis prioridades no son esas. Si no puedo, no me voy. En Madrid, y seguro que en tu ciudad también, tenemos sitios chulísimos para pasar el día con perros y niños.
● No voy a consentir más el tipo de preguntas tipo ¿y qué vas a hacer ahora con los perros y las gatas? ¿Qué opináis que debería contestar?
El niño que crece junto a un perro, desarrolla antes determinados caracteres sociales al tener responsabilidades (sacar al perro, limpiarle, ponerle agua y comida, etc. ) y un rol de cuidador que imita de los padres.
Quiere y se siente querido por el animal, mejora la estabilidad emocional al tener un amigo con quien compartir sus juegos, cuentos e incluso preocupaciones.
Aprende a no tener prejuicios y aceptar al animal tal y como es.
Se ha demostrado en un estudio que la convivencia temprana de animales con pelo y bebés mejora y aumenta las colonias bacterianas intestinales encargadas de evitar que el niño desarrolle alergias y sobrepeso.
De hecho, se está estudiando implantar estas colonias de origen animal en bebés prematuros y/o nacidos por cesárea, ya que éstos son los que con más riesgo desarrollan estas patologías.
Acelera el desarrollo psicomotor mediante el juego y la manipulación del animal y mejora la salud, ya que se ha demostrado que los niños que viven con perros tienen menos tendencia a sufrir estrés, son menos agresivos, tienden menos al sedentarismo y son psicológicamente más estables porque tienen confianza en sí mismos al sentirse útiles cuidando de su mascota, además de sentirse queridos por ella.
Cansada, muy cansada de los post y titulares oportunistas que clasifican las mejores razas para convivir con niños. Harta de la discriminación hacia los perros mestizos y de que no se favorezca la adopción, fomentando modas de perros de razas que ya sabemos cómo acaban en muchas ocasiones y abandonos porque “meten” miedo sobre otras razas menos apropiadas.
Cada perro es individual, y aunque tengan unos estándares de carácter, puede que ese Golden Retriever no sea lo más indicado para esa familia que odia los pelos o que no tiene demasiado tiempo para dedicarle al perro. Así que, tengas el perro que tengas:
● La buena relación entre un perro y un niño sólo depende de ti.
● La educación para esta buena convivencia ha de ser bidireccional. Tendrás que educar tanto al niño como al perro a respetarse el uno al otro.
● No debes actuar por impulsos favorecidos por videos adorables de cachorros y bebés. Tener un niño y un perro por separado ya es una gran responsabilidad, así que juntarlos en la ecuación, puede resultar fatal si no estás preparado, y quien sale perjudicado siempre es el perro.
Una de las consultas más habituales en la convivencia del perro y el bebé los primeros meses es muy preocupante, e indica que no se ha trabajado suficiente y hasta puede que se haya procedido mal en algún acercamiento entre perro y bebé: son las conductas agresivas y el lenguaje dudoso del perrocuando cogemos al bebé en brazos porque llora, está mamando o le estamos sacando los gases.
Habitualmente leemos en este comportamiento que el perro es protector del niño e incluso nos sentimos orgullosos. Nada más lejos de la realidad.
El perro NO ENTIENDE por qué portamos al bebé (por eso es importante practicarlo durante el embarazo). Antes de esto ha mostrado conductas con señales de apaciguamiento y/o evitación (como se muestra en la escala de agresividad), pero al no poder resolver el conflicto que él entiende que tenemos con el bebé, pasa a una acción más directa e interventora. Es en este momento cuando ya nos damos cuenta del asunto.
Para que esto no ocurra:
● No despreciarle cuando se acerque a ti si estás con el bebé
● Premiar cada acercamiento
● Propiciar momentos juntos y tranquilos (lactancia o tomas de biberón)
● Respetar su espacio y no echarle de ninguna estancia si está el bebé
● No forzar el contacto perro-bebé
No podía terminar este artículo sin darte un consejo final.
● Anticipación de todos los factores que van a ir cambiando.
● Sólo con rutina se crea el hábito
● SUPERVISIÓN x3: para saber leer el lenguaje del perro y evitar que el niño le moleste. Nunca dejar a un niño de menos de al menos 7 años y a un perro solos.
Estos 3 conceptos nos acompañarán en todo el proceso de embarazo, llegada del bebé y su crecimiento."
Encontráis mucha más información práctica en la web de Tamara Hernán Dog Trainer así cómo en su canal de Youtube
Excelente guía, me dieron hasta ganas de tener un niño XD. Seguid así