Después de siete años de una investigación pionera, American Humane ha compartido los resultados de un amplio ensayo clínico que buscaba medir los efectos de los perros de terapia en el campo de la oncología pediátrica. Han comprobado algo sorprendente, además de los beneficios para los propios pacientes, las visitas regulares de un perro de terapiapuede proporcionar importantes beneficios psicosociales a las familias de los niños que reciben tratamiento para el cáncer.
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El estudio de investigación siguió a 106 pacientes pediátricos recientemente diagnosticados con cáncer, incluidos 60 que recibieron visitas regulares de perros de terapia (el grupo de tratamiento) y 46 que recibieron tratamiento estándar (el grupo de control).
Los niños en el grupo de tratamiento recibieron sesiones de 20 minutos con un perro de terapia aproximadamente una vez a la semana durante cuatro meses, además de su cuidado estándar.
La población de pacientes eran niños, de entre 3 y 17 años, a los que se les había diagnosticado cáncer recientemente y que recibían tratamiento de quimioterapia regular en la consulta externa.
El estudio empleó una variedad de medidas fisiológicas y / o psicológicas para evaluar el estrés, la ansiedad y la calidad de vida relacionada con la salud entre los pacientes y sus padres.
Los investigadores no encontraron diferencias significativas en el estrés general y la ansiedad entre los niños y los padres. Sin embargo, los datos indicaron que la preocupación y la ansiedad relacionadas con la enfermedad entre los pacientes que tenían visitas regulares de los perros de terapia se mantuvieron estables, mientras que los niños del grupo de control se preocuparon significativamente más a lo largo del estudio. Además, los padres en el grupo de tratamiento informaron que sus hijos tuvieron mejoras significativas en el rendimiento escolar.
Según aclaran en Today.com, el mayor beneficio parece ser el que experimentan los padres: mostraron niveles de estrés significativamente menores especialmente cuando hablaban con médicos, pensaban en el tratamiento de sus hijos y consideraban su estado emocional general. Los investigadores opinan que ese efcto probablemente se "contagie" a toda la familia.
Y algo importante: no ha habido ningún incidente adverso. "No hay informes de mordeduras o rasguños o infecciones causadas por los perros. Esto nos indica que con los protocolos de seguridad adecuados, ésta puede ser una medida de intervención que puede beneficiar a toda la familia ".
Aquí podéis ver un reportaje de CNN en el que podréis conocer al lindo Swoosh, uno de los perros que han participado en el estudio y también a los pacientes que juegan con él, interactúan con él... a los niños que recuperan las ganas de reír pese a estar en el hospital.