Tener perro mejora la salud. Es algo que mucha gente intuye pero que los estudios científicos no siempre logran avalar. Pues bien, es precisamente lo que quería comprobar un equipo de investigadores suecos y sus conclusiones son realmente interesantes: resulta que los que más beneficios obtienen al convivir con un perro son los solteros, especialmente aquellos que tienen un perro de alguna de las razas originalmente criadas para la caza, como los terrier, los retriever...
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo. En 2016, un 45% de todas las muertes en Europa se debieron a esta dolencia. De ahí la importancia de este estudio sueco puesto que muestra que los perros pueden ser beneficiosos para reducir el riesgo cardiovascular al proporcionar una forma no humana de apoyo social y aumentar la actividad física.
Los investigadores de la Universidad de Uppsala han analizado los datos de 3.4 millones de suecos adultos a lo largo de 12 años y así concluyen que los solteros que viven con un perrotienen un 33% menos de posibilidades de morir y un 11% menos de probabilidades de morir de un ataque al corazón que aquellos que no conviven con un can.
En la población general el porcentaje es del 13%: es decir, en cualquier caso convivir con un perro aporta claros beneficios para la salud dardiovascular.
Curiosamente, la raza del perro también puede afectar a la salud: resulta que si el perro es de una raza originalmente criada para la caza-como terriers, retrievers, perros sabuesos, etc.- sus dueños tenían aún menos probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Los científicos argumentan que tener perro puede ayudar a aliviar los factores de estrés psicosocial (como el aislamiento social), la depresión y la soledad. Además, también han comprobado que tener perro está relacionado con una menor "reactividad al estrés" y una recuperación más rápida de la presión sanguínea después de un evento estresante.
Otra razón sería, claro, que los canes fomentan la actividad física y así mejora la salud de sus humanos. Y también, indican los investigadores en este artículo de la BBC, porque puede cambiar el microbioma bacteriano del dueño (especies microscópicas que viven en el intestino). Se cree que un perro puede influir en los microbiomas de su propietario a medida que los perros cambian la suciedad en el hogar, exponiendo a las personas a bacterias que de otro modo no habrían encontrado.
Aún así, el estudio no puede considerarse concluyente, advierten los investigadores, puesto que hay muchas otras variables en juego: los datos no tienen en cuenta el nivel económico de los participantes en el estudio, los dueños de perro quizá ya eran más activos antes de convivir con un can, etc.