Hay ya varios estudios que demuestran algo que los humanos perrunos comprobamos cada día: nuestros canes saben de forma intuitiva que poner ojitos es una estrategia efectiva para salirse con la suya.
Además, está demostrado que también saben cuándo alguna persona les presta atención: por poner un ejemplo, es más probable que "roben" una chuche o un trozo de comida cuando la persona que está con ellos tiene los ojos cerrados o está de espaldas.
Otro estudio mostró que perros a los que se les ha pedido que se queden echados permanecen mucho más tiempo así, quietos, cuando su dueño está mirándolos en vez de distraído leyendo el periódico.
Científicos del Centro de cognición canina de la Universidad de Portsmouth han publicado un estudio realmente interesante: tras llevar a cabo diversas pruebas con 24 canes han comprobado que utilizan muchas más expresiones faciales cuando tienen un público humano, cuando sus dueños están presentes, incluso más que cuando se les ofrece un estímulo atractivo como la comida. La comunicación a través de las expresiones faciales se había estudiado antes en primates pero nunca hasta ahora con los perros. Y es otra prueba del fuerte vínculo social que existe entre los canes y los humanos.
Con este nuevo estudio, los científicos querían comprobar si las expresiones caninas son tan solo el reflejo del estado emocional del perro o si son algo voluntario.
Para ello, con un sistema de análisis de expresión facial aplicado a los canes, analizaron los movimientos de los músculos de la cara de 24 perros de diversas razas y edades.
Cada can se enfrentaba a diversas pruebas: en un cuarto había una persona con comida en la mano, sin comida, de frente o de espaldas...
La presencia o ausencia de comida no afectó para nada el número de expresiones faciales que, en cambio, sí estaban directamente relacionadas con la atención del humano: los perros alzaban las cejas y sacaban la lengua con más frecuencia.
Parece que de alguna manera han aprendido a "poner ojitos", a agrandar sus ojos, algo que capta la atención de los humanos puesto que recuerda a los bebés. Esto se podría significar que esas expresiones las han desarrollado los perros para comunicarse más con los humanos que con sus congéneres.
No se puede saber qué significan exactamente cada una de las expresiones monitorizadas: si los perros sólo buscaran manipular a los humanos para conseguir chuches extra entonces la presencia de la comida debiera de haberse traducido en más expresiones faciales y no fue así...
Pero lo que sí queda demostrado es que son lo suficientemente listos como para intentar comunicarse solamente cuando esa comunicación tiene un público útil.