Si tú eres una persona ansiosa, pesimista o agresiva transmitirás esto a tu perro y se contagiará. Y si tu eres una persona relajada y sociable, lo más seguro es que tu perro también lo sea.Y, en menor medida, viceversa, puesto que los canes que son relajados logran transmitir esa calma a sus humanos. Es el resumen express del estudio sobre el estrés que han llevado a cabo Iris Schöberl y otros investigadores de la Universidad de Vienna.
Está claro desde hace mucho que los perros son capaces de captar y de interpretar las emociones humanas. Lo que ahora nos dice la ciencia es cómo esas emociones les influyen, sobre todo cuando son las de sus dueños.
Otra razón más para tratar de evitar el estrés y los enfados en la vida cotidiana porque, sin querer, queriendo, estarás trasladando todos tus malos humos a tu perro.
132 parejas humanos-perro han participado en este estudio que buscaba analizar cómo unos y otros afrontan el estrés y cómo el talante de cada miembro de ese binomio influye sobre el otro.
Se buscó la variedad en las parejas perri-humanas por lo que había 35 mujeres con perras, 35 hombres con perros, 31 mujeres con perros y 31 hombres con perras.
Todos ellos tuvieron que pasardiferentes pruebas "sociales" en el laboratorio (viendo cómo reaccionaban a situaciones novedosas de diversa índole, viendo cómo se comportaban al ser separados, también durante momentos de juego y en instantes que podían ser percibidos como de peligro). Se medía sus niveles de cortisol (la hormona del estrés) así como su frecuencia cardíaca antes y después de cada una de ellas.
Además, todas las personas que participaron en el estudio completaron unos exhaustivos cuestionarios sobre su personalidad, la personalidad de su can y su relación.
De todo ello se desprende algo que muchos ya intuyen: sí, tu perro se contagia de tus estados de ánimo. Y viceversa.
Los perros son sensibles a los estados emocionales de sus y por eso es posible el contagio emocional. Por lo tanto, los perros pueden reflejar la ansiedad y las expectativas negativas de sus dueños.
Los dueños de perro que son menos sensibles a las necesidades de su perro son los que tienen perros menos equilibrados, son perros más estresados.
Los investigadores comprobaron que cuando los humanos se muestran pesimistas o neuróticos sus perros gestionan peor las situaciones de estrés. Es como si la negatividad de sus dueños trasladara a los perros la sensación de que el mundo es más peligroso y por lo tanto se vuelven más reactivos.
"Nuestros resultados confirman resultados anteriores que la relación del propietario con otros seres humanos se refleja en la relación propietario-perro. Los estilos de interacción relacionados con el apego, como la búsqueda de contactos, se muestran en las interacciones con el perro de la misma manera que se espera que estén en interacción con los seres humanos. Por lo tanto, la representación de la unión con el cuidador humano primario también puede transferirse a la variabilidad del cortisol del perro."
La influencia mutua queda demostrada, siendo más importante el papel del humano. Es decir los perros sin duda ayudan a gestionar mejor las situaciones de estrés pero siempre influye más el hombre sobre el can.