En Isla San Juan, Washington, llevan ya un par de años entrenando a perros para que sean capaces de "oler" el Parkinson y han logrado una efectividad de en torno al 90% También está en marcha un estudio similar en el Reino Unido: investigadores de la Universidad de Manchester junto con los expertos de Medical Detection Dogs están entrenando a dos labradores y un cocker spaniel para que puedan detectar el Parkinson de manera prematura. Es una enfermedad que aún hoy sigue siendo difícil de diagnosticar y para cuando se detecta es demasiado tarde porque el 60% del daño neuronal ya está hecho. Por eso mismo, dado que no tiene cura, sería realmente importante contar con "ayudantes perrunos" que permitieran comenzar a tratar a los pacientes antes de que su cerebro haya sufrido ningún daño.
La clave, esta vez, la dio una nariz humana: Joy Milne había detectado -sin saberlo- que su marido tenía Parkinson12 años antes de que se manifestaran los primeros síntomas de la enfermedad.
Posteriormente Milne demostró que era capaz de detectar la enfermedad en otras personas a través de su olor, de ahí que sea conocida en todo el mundo como"la mujer que huele el parkinson".
No pudo ayudar a su marido pero al demostrar que hay un olor específico -aunque extremadamente sutil- asociado a esta dolencia neurodegenerativa Milne inspiró a otros para involucrar a perros detectores en el diagnóstico temprano de esta dolencia.
Y es que parece que el Parkinson en su etapa temprana produce cambios en la piel, sobre todo en zonas de la espalda y en la parte posterior del cuello, que generan un olor muy particular.
En el vídeo podéis ver a algunos de los canes detectores de Isla San Juan en acción, allí están consiguiendo una efectividad que normalmente supera el 80% y a veces alcanza el 100%
Como es habitual, los perros no entran en contacto con los enfermos o con humanos que no padezcan la enfermedad, ellos entrenan en un entorno controlado con telas impregnadas del olor de unos y otros.
Para los canes es un juego, consiguen su premio una vez que aprenden a asociar un cierto olor y a indicar a su guía que lo han detectado.
