Lógicamente, los estudiantes de veterinaria deben poder practicar procedimientos quirúrgicos saber cómo llevar a cabo diversas intervenciones. Para que esto sea posible de manera ética y también eficaz, una empresa llamada SynDaver Labs ha creado cadáveres sintéticos de perro y diversos modelos caninos que son verdaderamente realistas. De hecho, SynDaver Labs se dio a conocer precisamente haciendo algo similar pero en versión humana, como veréis en este reportaje.
Desde que se dieran a conocer, en 2016, un puñado de universidades de EEUU ya han empezado a utilizar esta opción y se muestran entusiastas con los resultados.
Tienen claro que gracias a estos perros sintéticos mejora el aprendizaje de los futuros veterinarios.
En el canal de youtube de SynDaver Lab muestran la cantidad de intervenciones quirúrgicas que pueden ser afinadas practicando con sus cadáveres caninos; es impresionante.
Desde hace unos meses, también en la Universidad de Cornell tienen la posibilidad de practicar sobre estos perros sintéticos creados con agua, fibras y sal.
Las ventajas son incontables y, sobre todo, tal y como explican desde la propia universidad, así ni siquiera hay que considerar otra opción verdaderamente polémica por lo brutal y angustiosa que resulta para todos los involucrados: lo que se conoce como "Cirugía Terminal" en la que los estuidantes llevan a cabo diversas operaciones sobre un perro vivo pero anestesiado, un can que luego es sacrificado.
La gran mayoría de universidades hace años que descartaron esa opción y en todo caso los estudiantes practican con cadáveres reales pero, sin duda, el poder operar sobre un perro sintético -que tiene pulso, sangre, etc- es infinitamente más útil para ellos.
En este dos vídeospodéis ver con detalle cómo son de realistas estos cuerpos sintéticos de perro.
Evidentemente el coste de estos cadáveres sintéticos es elevado, en torno a 30.000 $. La compañía inició una campaña de crowdfunding realmente ambiciosa que, por desgracia no prosperó: querían regalar unos 1000 cadáveres sintéticos a diversas universidades en todo el mundo (cobrando posteriormente por su mantenimiento). Que sepamos, ninguna universidad española dispone de estos modelos aún.