Un nuevo y fascinante estudio publicado en la revista Science ofrece resultados soprendentes: según los investigadores que han impulsado desde 2015 un gran proyecto de ciencia ciudadana llamado Darwin's Ark, la raza de los perros juega un papel menor en su comportamiento y personalidad.
Es el estudio más amplio que se haya hecho hasta ahora en torno a la genética y el comportamiento de los perros: han comparado datos de ADN e información de unos 2000 perros junto con información adicional de unos 16.000 canes de 128 razas y mestizos.
¿La raza de un perro determina su comportamiento y personalidad? Esta es una de las preguntas que impulsó la creación de Darwin's Ark hace unos siete años.
Desde entonces, han recopilado datos de miles de perros a través de tests de ADN y también extensos cuestionarios a sus familias.
Para este estudio en concreto, el equipo de Elinor Karlsson secuenció el ADN de más de 2000 perros de raza y también mestizos. Estos datos, junto con los cuestionarios, se utilizaron para mapear los genes asociados con rasgos físicos y de comportamiento.
Y la conclusión a la que han llegado seguro que soprenderá a muchas personas porque según sus datos, la raza es, en su mayor parte, solo superficial, es decir afecta mucho más al aspecto del perro que a su personalidad o comportamiento.
Como mínimo el 80% de la apariencia de un perro puede estar ligada a su ADN pero si hablamos de su personalidad, entonces la cifra es radicalmente más baja: la raza tiene un pequeño efecto (alrededor del 9%) en el comportamiento de los perros.
"Hay tanta variación en el comportamiento y la personalidad en cada raza de perro que es imposible predecir con precisión el comportamiento de cualquier perro solo a partir de su raza".
Eso no quiere decir que la raza no importe, recalcan los investigadores:
"Encontramos algunas pequeñas diferencias de comportamiento en algunas razas. Algunas tienden a estar un más interesadas en jugar con juguetes o más ansiosas por complacer. Estas diferencias (a veces) se remontan a los tipos de perros utilizados para iniciar la raza, lo que sugiere que los comportamientos son mucho más antiguos que las razas."
Los perros de razas con ascendencia de pastores tienden a estar más enfocados en los juguetes, son más atentos y también predispuestos a aceptar y seguir instrucciones. Los perros de razas con ascendencia de perros miniatura tienden a ser más independientes y menos sociables con otros perros.
Los mestizos con más ascendencia beagle o sabueso tienen más probabilidades de aullar, los que tienen más ascendencia labrador y menos chihuahua tienen más probabilidades de ser nadadores. De hecho, a través de la asociación de todo el genoma, han encontrado 11 regiones que están significativamente asociadas con el comportamiento, incluida la frecuencia de aullidos y la sociabilidad humana.
Otro descubriiento clave de este estudio: la raza no tiene un efecto perceptible en las reacciones de un perro a algo que encuentra nuevo o extraño. Este comportamiento, explican en el New York Times, está relacionado con lo que los no científicos podrían llamar agresión y parecería poner en duda los estereotipos de raza de perros agresivos, como los pitbulls.
"El comportamiento y la personalidad de cada perro están formados por una combinación de la genética que heredan de sus padres y el entorno en el que crecen, pero algunos comportamientos son más hereditarios que otros."
Es por ello que los investigadores ofrecen un consejo clave: la raza de un perro no predice su comportamiento individual por lo que no sería una buena idea que este fuera el criterio principal a la hora de seleccionar un can.
Podéis ver el estudio completo aquí, en Science.
En esta web, creada también por Darwin's Ark, podéis comprobar -según sus datos- cómo de comunes son diversos comportamientos y características físicas en diferentes razas caninas.
Te puede interesar
