Lo más probable es que durante el proceso de domesticación los perros hayan sido seleccionados por su mayor manejabilidad (entendida como controlabilidad o facilidad de manejo). De ser así, entienden los investigadores de Family Dog Project, de la Universidad Eötvös Loránd, debería haber diferencias considerables con respecto a este rasgo entre los perros domésticos y sus parientes salvajes más cercanos, los lobos. Y eso es justamente lo que han intentado comprobar con este estudio.
Cachorros, tanto lobo como perro, fueron asignados individualmente a cuidadores antes de que abrieran los ojos. Todos recibieron una socialización intensiva, pasando de 22 a 24 horas al día en estrecho contacto con su cuidador asignado.
Y entonces, entre las 3 y 24 semanas, se ha ido evaluando el desarrollo de la manejabilidad, de la docilidad, en esos jóvenes lobos y en los cachorros criados de la misma manera.
Para poder comparar a los cachorros de lobo y de perro, los investigadores han utilizando una batería de tests de comportamiento (que han repetido de manera constante entre las 3 y 24 semanas de edad): capacidad para traer un juguete/objeto, atención a la llamada, obediencia al sienta, cepillado y andar con bozal.
Y así han comprobado que, a pesar de la socialización intensiva, los lobos siguen siendo menos dóciles que los perros, especialmente en contextos que implican acceso a un recurso. Los perros también parecían estar más preparados para seguir la iniciación de la acción humana que los lobos.
La manejabilidad de los perros parecía depender menos del contexto, ya que siguieron la iniciación humana de la acción en más contextos que los lobos.
Los investigadores encontraron que a las 9 semanas de edad los perros ya eran capaces de coger un objeto (una bola de papel) y llevársela al humano que conducía el expermiento -y lo hacían con más frecuencia que los lobos. Si los cachorros de lobo llegaban a coger la pelota, tendían a llevársela a otro lado.
Además, a diferencia de los perros, 4 de cada 16 lobos mostraron un comportamiento agresivo cuando el experimentador intentó quitarles la pelota.
"No encontramos evidencia de que las diferentes condiciones de crianza (es decir, socialización intensiva versus crianza de la madre) afecten la manejabilidad en los perros."
Esto sugiere que durante la domesticación los perros podrían haber sido seleccionados en función de su mayor manejabilidad aunque también habría que tener en cuenta, dicen los investigadores, que no se puede excluir que la velocidad diferencial de desarrollo de perros y lobos o la reubicación anterior de los lobos para vivir como grupo pudiera explicar algunas de las diferencias que han encontrado.
Basándose en estos resultados, desde Family Dog Project sugieren que la manejabilidad es un factor importante en la domesticación.