Un reciente estudio llevado a cabo en la Universidad de Arizona por Evan MacLean, director del Arizona Canine Cognition Center, junto con Brian Hare, entre otros científicos, ha comparado la inteligencia social de niños de dos años, perros y chimpancés a través de baterías de tests diseñadas para medir diversos tipos de cognición. ¿La conclusión? Los perros y los niños tienen una inteligencia social muy parecida, mucho más que niños y chimpancés. Es algo que puede ayudar a desvelar cómo los humanos evolucionamos socialmente.
Más de 500 perros participaron en este estudio. Para evaluar su inteligencia social se diseñaron diversas pruebas basadas en el juego: los investigadores escondían juguetes o premios y comunicaban a los perros los escondites a través de señales no verbales (indicando con el dedo, mirando hacia el lugar correcto, etc.)
Entonces se compararon los resultados con los obtenidos tras hacer pruebas similares a 105 niños de dos años y a 106 chimpancés, éstos evaluados en diversos santuarios en África.
Perros y niños mostraron patrones similares de inteligencia social, por encima de los resultados obtenidos por los chimpancés.
La clave está en la comunicación cooperativa:Los chimpancés no tuvieron ningún problema con las pruebas relativas a razonamiento espacial o las relacionadas con su entorno físico, pero, en cambio, mostraron tener menor aptitud para seguir un dedo que apunta hacia algo, o la mirada humana... algo en lo que niños y perros lograron resultados muy superiores.
Una explicación de las similitudes entre los perros y los humanos, explican los investigadores del Arizona Canine Cognition Center, es que las dos especies pueden haber evolucionado bajo presiones similares que favorecieron "la supervivencia del más amigable", con beneficios y recompensas por un comportamiento social más cooperativo.
"Nuestra hipótesis de trabajo es que los perros y los humanos probablemente desarrollaron algunas de estas habilidades como resultado de procesos evolutivos similares, así que es posible que algunas de las cosas que sucedieron en la evolución humana fueran similares a los procesos que sucedieron en la domesticación del perro", dijo MacLean. "De ahí que, al menos potencialmente, al estudiar a los perros y su domesticación también podremos aprender algo sobre la evolución humana".
Normalmente los científicos estudian justamente a chimpancés o gorilas cuando tratan de responder a preguntas relativas a la evolución humana pero, a juzgar por este y otros estudios, los perros pueden ofrecer respuestas en ciertos ámbitos:
"Hay diferentes tipos de inteligencia, y el tipo de inteligencia que creemos que es muy importante para los humanos es de naturaleza social, y esa es la clase de inteligencia que los perros tienen en un grado increíble", explica MacLean. "Pero hay otros aspectos de la cognición, como la manera en que razonamos acerca de los problemas físicos, donde los perros son totalmente diferentes a nosotros".
Se han llevado a cabo estudios similares en reiteradas ocasiones demostrando, de hecho, que la inteligencia social de los perros es innata ya que hasta cachorros jóvenes son más ábiles que los chimpancés.