Meg Olmert es investigadora, trabaja en un centro en el que perros de terapia ayudan a veteranos a superar el Síndrome de Estrés Postraumático y también es autora de un libro en el que explora todo lo relacionado con la biología del vínculo entre humanos y canes: Made for Each Other, The Biology of the Human-Animal Bond.
En este breve vídeo, Olmert resume la historia de nuestra relación con los perros y, sobre todo, la importancia del vínculo entre una persona y su can, un vínculo recíproco a diferentes niveles.
Se puede decir que la biología de nuestra relación es la que ha hecho posible la domesticación de los perros.
Cuando tienes un fuerte vínculo con tu perro, cuando para ti es como tu familia, entonces esa conexión se refleja a nivel físico. Por eso, explica Olmert, cuando se analiza esa relación a través de máquinas de resonancia magnética se comprueba que el efecto de interactuar con tu perro, incluso solo de mirar una foto de tu can, es similar al que tiene una madre cuando mira imágenes de su bebé...
Cuando estás con tu can desciende tu ritmo cardíaco y la presión arterial disminuye, liberas oxitocina, adrenalina y serotonina... Todos estos cambios también suceden en tu perro. Y eso fortalece, mirada a mirada, vuestra relación. Es, de alguna manera,el pegamento que hizo posible que los perros se quedaran, para siempre, al lado de los humanos, abandonando su pasado salvaje.
Si os interesa este tema, os recomendamos escuchar las charlas TED que Meg Olmert ofreció hace un par de años.
De nuevo analiza cómo los humanos se han beneficiado psicológica y fisiológicamente de la vida con animales durante los últimos 10.000 años, y lo que eso significa para nuestra salud mental en el siglo XXI.