Lo primero, preguntar al propietario del perro puesto que, lógicamente, en caso de que el perro sea nervioso o que esté incómodo con los extraños nos lo dirá para evitar problemas.
Lo segundo es dejar que el perro sea el que se acerque a ti, y te huela. Eso es señal inequívoca de que está dispuesto a hacer amigos. Si puedes evitar mirarle fíjamente a los ojos, mejor, así no se sentirá amenazado.
Si llevas gafas de sol, ten en cuenta que el perro no puede ver tus ojos, ve unas manchas grandes y aunque debería estar acostumbrado, es una posible causa de nervios para él.
Si te agachas será mejor, así no intimidas.
Si tu cuerpo está ligeramente hacia atrás, también das una señal similar, estás relajado, no estás preparándote para atacar, vienes en son de paz.
No seas brusco en el gesto hacia la cabeza, si sacas la mano de repente, el perro se puede asusutar: ese es, de hecho, el problema con muchos niños pequeños, los canes les muerden porque sus gestos son repetinos e inesperados.
Consejo elaborado con la colaboración de Antonio Lence.
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