En el Reino Unido, "a partir del 31 de diciembre de 2023, será ilegal criar, vender, publicitar, realojar, abandonar y permitir que un perro XL Bully se extravíe".
¿Que quiere decir esto? Pues que se agrega una nueva raza a las cuatro que ya están prohibidas en el país: Pit Bull Terrier, Tosa Inu, Dogo Argentino y Fila Brasileño y cualquier can que tenga sus características físicas.
Y esto tieneconsecuencias muy graves y radicales puesto que el Dangerous Dogs Act de 1991 permite a las autoridades confiscar perros de estas razas a sus familias -sin que haya nigún incidente de mordeduras de por medio- y sacrificarlos..
Por supuesto, también sería ilegal viajar al Reino Unido con un perro de estas razas.
Es una nueva vuelta de tuerca (en la dirección equivocada) porque el consenso sobre lo poco efectivas que son las legislaciones que pretenden acabar con las mordeduras perrunas en función de las razas es cada vez más unánime. Y porque la forma en la que el Gobierno Británico ha incluído a los American Bully XL -sin siquiera definir exactamente qué se considera un perro de esta raza- va a generar un problema de bienestar animal considerable.
El anuncio del Gobierno Británico indica que a partir del 31 de diciembre 2023 los American Bully XL "deberán permanecer atados y con bozal en público"
De ahí que se recomiende "a los propietarios de perros XL Bully que comiencen a entrenar a su perro para que use bozal y camine con correa antes de que entren en vigor las restricciones legales."
A partir del 1 de febrero de 2024, será ilegal poseer un perro XL Bully si no está en el registro de perros extenos (el registro en el que aparecen perros de razas ilegales que, sin embargo, tienen el permiso oficial para vivir en familia).
"Al escalonar estas dos fechas, los actuales propietarios de esta raza tendrán tiempo de prepararse para estas nuevas reglas", explica la información oficial.
"Los propietarios que deseen conservar a sus perros tendrán hasta finales de enero para registrarlos y estarán obligados a cumplir estrictos requisitos. Además de llevar bozal y correa en público, estos perros también deben estar castrados y con un microchip.
Los perros menores de un año cuando entre en vigencia la prohibición deben estar castrados antes de fin de año, los perros mayores deben estar castrados antes de fines de junio."
A partir del 1 de febrero, los propietarios sin un Certificado de exención se enfrentan a antecedentes penales y a una multa ilimitada si se descubre que están en posesión de un tipo XL Bully, y su perro podría ser confiscado."
Eso no es todo: "Los propietarios pueden optar por que un veterinario duerma a su perro, y se les proporcionará una compensación para ayudar con estos costos. Próximamente se proporcionarán más detalles sobre cómo solicitar una compensación y las pruebas necesarias para presentar una reclamación".
En concreto, pagarán en torno a 230 euros para cubrir los costes de esa "eutanasia"
Sí, lo estáis leyendo correctamente: el Gobierno Británico pagaría los costes del sacrificio -porque los perros están sanos por lo que aquí no se puede hablar de eutanasia-.
No ofrecen ayudas para la esterilización ni para cursos de educación, sí para matarlos...
Aunque nadie pone en duda la alarma social que se ha generado tras los gravísimos incidentes que se han vivido en el Reino Unido -varias personas han muerto tras ser atacadas por perros presuntamente de la raza American Bully XL- expertos en la materia no solo denuncian que este tipo de medidas son ineficaces sino que el estudio que ha servido de base para esta prohibición está sesgado y repleto de errores.
Por si alguien duda sobre cuál es la "definición oficial" de los American Bully XL, el gobierno de Rishi Sunak ha elaborado un documento en el que se detalla la cuestión, un documento que de nuevo es tremendamente controvertido por su vaguedad.
Las grandes protectoras están tratando de informar al público sobre unos cambios tan drásticos que afectarán a tantísimos perros. Y que, aquí sí, se pueden traducir en abandonos masivos.
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