Cuando miembros de la Armada e Infantes de Marina llegan a una clínica miltar para sus chequeos médicos, se encuentran con un extra... la trufa y la simpatía de un can guapérrimo que tiene una labor realmente crucial: este mestizo de Golden Retriever, entrenado como perro de terapia, sabe detectar el estrés en humanos y se ha convertido en una herramienta realmente indispensable para tratar de prevenir los suicidios entre miembros del ejército de EEUU en la Base Andrews.
Brad, conocido como Senior Chief Brad, avisa a su guía cada vez que detecta que hay algún humano que se muestra de alguna manera deprimido, para que así le puedan prestar atención extra.
No es una cuestión banal: los suicidios en el ejército han aumentado exponencialmente en los últimos años, las cifras son aterradoras entre los veteranos de guerra: cada día unos 20 se quitan la vida.
Es un problema muy grave que ha sido definido, directamente, como una epiddemia. Y para muchos, el acceso a los perros de terapia o de asistencia podría ser una de las claves para que esa dramática cifra fuera descendiendo. Hemos compartido, de hecho, muchas historias que así lo demuestran, canes que se convierten en el mayor apoyo para muchos ex combatientes incapaces de volver a la presunta normalidad si no es con esa ayuda extra.
Dado que los perros pueden detectar las feromonas que las personas emiten cuando están muy estresadas y que tienen una capacidad considerable para interpretar el lenguaje corporal de los humanos, Brad es una alerta temprana clave en un entorno particularmente estresante.
En los últimos dos años ha ayudado a cientos de personas, incluyendo algunos casos graves. No solo trabaja en la clínica, junto a su guía también se desplazan a las unidades al rededor de la base para brindar apoyo emocional a cualquiera que esté teniendo un mal día.