Jim adoraba a su perra y tenía claro que no iría a ninguna residencia donde Izzy, una mestiza de entre 10 y 13 años, no fuera bienvenida. Y tuvo la suerte de encontrar una plaza en Brookdale Kingston Senior Living. Allí admiten animales siempre que sus humanos puedan cuidar de ellos. Ojalá algo así empezara a ser posible en España: aquí, aunque es cada vez más frecuente que se desarrollen terapias asistidas con animales en residencias de ancianos, es poco frecuente o más bien rarísimo que haya residencias Pet Friendly. Parece que sólo hay tres, ninguna de ellas pública. Y eso que los beneficios para las personas mayores de convivir con sus animales son de sobra conocidos.
Cuando la salud de Jim empeoró y no podía sacar a pasear a Izzy, tenía quien le echara una mano. Izzy se había ganado el cariño de muchos en Brookdale Kingston.
Entonces Jim falleció y no tenía familia en la zona que pudiera hacerse cargo de Izzy. Pero en la residencia lo tenían claro: adoraban a Izzy y ella estaba feliz ahí, cuidada tanto por el personal por los demás inquilinos. Pronto se convirtió en la encargada de saludar a cualquier nuevo visitante al lugar y es feliz de pasar el rato recibiendo mimos y atención por parte de todos los que están en Brookdale.
Aquí nos cuentan cómo se ocuparon de que Izzy no se sintiera triste tras la muerte de Jim: mantuvieron su cuarto, con todas sus cosas, durante una temporada, para que la perra pudiera ir cuando quisiera entre lo que ella consideraba su hogar y la oficina de la persona que se estaba ocupando de ella ahora, que estaba justo al lado... Y así, de forma natural, Izzy se acostumbró a su nueva vida.
Todos adoran a Izzy y comparten sus aventuras en el facebook de Brookdale Kingston. Los vídeos dejan claro que ella está feliz y sus trastadas parecen demostrar que Izzy también sigue siendo una cachorra de corazón :-)