Ha vuelto a suceder, otro perro perdido cuando iba a viajar en avión, como una maleta: otro perro que al no poder ir en cabina junto a su familia sufre un percance que podría haber acabado en tragedia.
Milo, un cruce de Jack Russell,escapó en un descuido del cuidador de la empresa de transporte que estaba a su cargo. Sucedió en el aeropuerto de Melbourne, Australia, mientras su familia cogía un vuelo al Reino Unido, donde se estaban mudando.
Jason Whatnall, su humano, absolutamente desesperado, ha movido cielo y tierra desde entonces, movilizando a cientos de personas para intentar dar con su perro que ha pasado ¡¡17 días perdido y solo en Melbourne!!
Muchas personas se involucraron en la búsqueda de Milo, un rescatista animal incuso reprodujo grabaciones con la voz de Jason para trata de atraerle de esa manera.
Pasaron casi 10 días sin ni siquiera ver al perro pero le dejaban comida y agua por la zona, pasaron horas y horas de rastreo hasta que, por fin, fue avistado, escondido.
Aún así, no fue fácil cogerlo porque escapaba y se escabullía cada vez que se acercaban a él. Hasta que, por fin, con una jaula trampa, lograron atrapar el perrete.
La reunión, tras el largo viaje desde Australia al Reino Unido, ha sido, como podréis imaginar, de lo más emocionante:
Previamente, Jason había ido compartiendo todas las novedades en un facebook que creó específicamente para ello:
Normal que haya causado tanto revuelo el anuncio de Bark Air, la (en teoría) primera línea aérea planteada para volar en cabina con perros de cualquier tamaño, un proyecto por ahora muy limitado y muy caro.
Sigue siendo y seguirá siendo imprescindible cambiar la forma en la que viajan los animales de familia: es lo que trata de hacer Flytogether.
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