Esther fue rescatada de una granja de cachorros. Estaba aterrorizada, los humanos para ella eran fuente de dolor y miedo... Pasó 8 meses en National Puppy Mill DOG Rescue donde cuidaron de su salud pero Esther seguía absolutamente traumatizada y así era imposible que pudiera ser adoptada. Por eso decidieron apostar por un programa de rehabilitación perruna desarrollado en el interior de una prisión (K-9 Companion Program). Esther pasó cinco semanas viviendo y trabajando junto a un preso devenido educador, Jason Mayo. Así Esther se transformó por completo y volvió a mover el rabillo.
La historia de Esther es parte de una serie de documentales, Saving Castaways, todos ellos sobre los perros que han formado parte de K-9 Companion Program y han logrado así encontrar una segunda oportunidad en la vida.
Es impresionante ver el cambio tan radical que da esta perra en pocas semanas.
Y Esther después fue adoptada, una familia que ya había adoptado otro perro a través del K-9 companion program. De hecho, como podréis ver tanto en la foto como en el vídeo, trajeron a ambos canes de vuelta a la cárcel para que el mismo guía humano pudiera trabajar con ellos de manera que estuvieran bien juntos.
Te puede interesar:
>> Perros que cambian vidas y abren puertas: Princess y Rey en la prisión de Valdemoro
>> Perros en la cárcel: programas en EEUU y España que buscan ayudar a los presos y a los canes