Daisy tuvo cachorros, siete, y en vez de quedarse en casa, donde le habían preparado una cama, ella optó por tener a sus perros en el granero cercano, según ha explicado su familia. Y allí fue donde ocurrió la tragedia: se desató un incendio que en pocos minutos consumió todo y mató a varios animales, incluyendo a los cachorritos.
Daisy estaba desolada tras ese horrible accidente: no quería ni comer, se la veía decaída, iba a donde antes estaba el granero y lloriqueaba...
Su familia tuvo una idea: hablaron con veterinarios en la zona y con protectoras, corrieron la voz en redes sociales con el objetivo de encontrar a algún cachorro que necesitara una madre. Y el destino intervino en su favor: no fue uno sino ocho, ocho cachorrotes que se habían quedado huérfanos.
Chloe,una Border Collie, había muerto durante el parto. A sus cachorros los estaban criando con biberones y mucho esfuerzo pero, claramente, para ellos lo mejor era tener una madre perruna.
Gracias a los mensajes en redes sociales la familia de Chloe se enteró que había una perra que, justamente, podría ejercer de madre adoptiva: le presentaron los cachorros a Daisy y... fue un éxito. Desde el primer momento la perra se volcó con ellos.
Daisy les da de mamar y los limpia, se ocupa de ellos con mimo.
Aquí podéis ver cómo está Daisy de contenta ahora, ella los ha salvado y ellos también la han salvado a ella. Cuidará de todos ellos hasta que puedan ser adoptados, todos menos uno, que ya tiene familia: la dueña de Chloe tenía clarísimo que uno de los hijos de su perra se quedaría con ellos.