Los Bomberos de la Comunidad de Madrid acudieron a ayudar a una mujer cuyo perro estaba atrapado en el coche: no se sabe bien cómo, había metido una pata en la guía de los asientos y no había forma de liberar al pobre can. Lo habían intentado todo y no había manera, un accidente imprevisto y en apariencia "bobo" pero al mismo tiempo muy complidado de resolver sin hacer daño al perro.
Ocurrió hace un par de días en Perales de Tajuña y como veréis el can jadea estresado mientras tratan de ayudarle, mientras todos trabajan a su alrededor hasta que, por fin, pudo volver a ser libre.
La alegría de la dueña del can es evidente y contagiosa, ¡normal! Porque aunque tenía un poquito de sangre en la pata, el can estaba perfectamente bien y moviendo el rabillo una vez que pudo, por fin, saltar del coche y volver a corretear libre.
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