Una nueva encuesta del Banfield Pet Hospital (de 1000 personas) junto con los datos de su propia base de datos, en teoría la más amplia de EEUU, refleja que la pandemia ha servido, en general, para fortalecer el vínculo entre humanos y animales. Estamos cada vez más apegados a nuestros perros o gatos.
El 95% de los encuestados hizo de la atención veterinaria de su animal una prioridad este año, el 76% dice que prefiere pasar tiempo con su perro o gato antes que con su pareja, amigos o familiares... es más, 1 de cada 3 acortaron o reprogramaron su luna de miel en 2021 para pasar menos tiempo lejos de su perro o gato.
Los efectos de los confinamientos tienen dos vertientes: el 86% de los dueños dicen que su perro o gato se ha vuelto más cariñoso pero desde Banfield alertan que está viendo un aumento de problemas comportamentales asociados a la ansiedad.
El 47% de los propietarios encuestados cree que su animal ha desarrollado ansiedad por separación en el último año. Analizando su base de datos, en Banfield constatan un aumento del 45% en perros y del 91% en gatos que mostraban signos consistentes con ansiedad / miedo desde el comienzo de la pandemia.
El 94% considera que su can o minino ha tenido un impacto en su vida social y 1 de cada 5 personas dijo que conoció a su pareja gracias a estar fuera de casa con su perro.
Alrededor de 1 de cada 10 admite haber cancelado una cita el año pasado porque su perro no podía acompañarlo.
Entre los millennials, casi la mitad de los que se han convertido recientemente en humanos perrunos o gatunos (49%) reconsideraron con quién salían en función de si le gustaban a su can o minino (en comparación con el 35% de la Generación Z)
El 51% de las personas (incluido el 62% de la generación Z y el 49% de los millennials) con planes de boda en el futuro planean incorporar a su perro o gato en su boda, y el 45% planea seleccionar o cambiar su destino de luna de miel para poder llevar al can.
El 25% se mudó el año pasado para encontrar una casa o apartamento que sea más adecuado para animales y el 30% planea mudarse el próximo año por la misma razón.
El 58% de la generación Z y el 62% de los millennials han cambiado la decoración o la disposición de los muebles para acomodar mejor a su animal.
El 49% tiene cámara de vigilancia en casa para controlar a su perro o gato mientras está fuera de casa y el 49% utiliza algún tipo de GPS o rastreador de ubicación / actividad.
Según la encuesta, el 98% de padres de familia cree que la presencia de un perro o gato ha afectado a su familia, el 67% considera que sus hijos han aprendido a ser más responsables gracias a sus animales.
Además, 1 de cada 2 consideran que sus hijos pasan menos tiempo con dispositivos, juegos y pantallas desde que llegó el perro o gato a casa.
El 47% dice que tiene más vida social.
El 63% cree que pasear a su perro por el vecindario les ha permitido conocer mejor a sus vecinos
El 40% tiene debilidad por sus vecinos de cuatro patas, admitiendo que conocen los nombres de más perros en sus vecindarios que personas.
Los perros también contribuyen a la salud de las personas:
El 67% dijo andar, pasear o correr más desde que tienen perro. De hecho, el 41% empezó a correr con su perro este año porque era otra forma de pasar tiempo juntos.
El 62% dijo que sus familias han sido más activas desde que empezaron a convivir con un can. Pero el 89% admitió también que pasaban más tiempo leyendo o viendo más televisión para poder pasar tiempo acurrucándose con su animal de compañía.
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